La presidenta de la asociación Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (GUEPT), Luz María Jiménez Almazán, mencionó que si bien ha bajado el precio de los combustibles, la venta está desplomada en las estaciones de servicio por la disminución de la actividad comercial a causa de las medidas sanitarias para evitar la propagación y contagios de Covid-19, “está terrible, se está vendiendo solo el 30 por ciento”.
Refirió que el litro de la gasolina Magna se vende en un rango de entre 13.80 y 14.50 pesos y el de Premium entre 14.20 y 16 pesos, “es variable”.
“Pero tenemos otro problema, las gasolineras que usan su propia marca tienen la facultad de fijar sus precios, no olvidemos y ojalá la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) lo supiera, que el precio es libre. Esto quiere decir que el precio se fija de acuerdo con la oferta y la demanda, las características del negocio que tenga cada empresa, aquí no hay pasados de rosca, hay ignorantes que no conocen las leyes o que las conocen y las ignoran”.
Además, algunas marcas extranjeras no permiten a sus clientes que bajen sus precios, pues estas los determinan y la estación de servicio lo debe mantener.
“Claro que hay reclamos. En un solo día bajó más de un peso el litro y no lo pudimos acomodar al precio del mercado para ser competitivos porque la empresa no lo permitió y eso nos pone en una enorme desventaja. Y eso sucede prácticamente con todas las marcas y como llevan su porcentaje de ganancia, dicen que el gasolinero le baje de su porcentaje y ellas quedan intocables, se les olvida que el negocio es de quien abre la estación de servicio, pues las marcas invierten casi nada”.
De igual manera, advirtió que si bien la baja en el precio de los combustibles resulta una muy buena noticia para el consumidor, “como país deberíamos estar preocupados porque hoy en día sale más caro extraer un barril de petróleo que venderlo y con ello se deja de obtener una gran cantidad de dinero en las arcas del gobierno federal”.
“El tema de los precios de los combustibles es complicado y desafortunadamente la gente no acaba de comprender, incluso la Profeco, cómo es que se fijan los precios, porque esta dependencia comete error tras error al comparar precios entre Veracruz, Puebla o Tlaxcala”, refirió.
Como ejemplo, mencionó que las estaciones de servicio de Veracruz no pagan mucho de flete porque los barcos con combustible llegan al puerto, entonces la gasolinera está a dos kilómetros y, en cambio, Puebla o Tlaxcala están a más de 300 kilómetros y se tiene que realizar un flete que inevitablemente afecta el precio.
Enfatizó que la caída en el precio del petróleo incide en el tema del combustible que se vende en México y no tiene nada que ver con políticas internas, “esto es un factor internacional, hoy nos dan precios muy bajos que al consumidor puede resultarle en una buena noticia, pero como país deberíamos estar sumamente preocupados porque hoy sale más caro extraer un barril de petróleo que venderlo”.
“El país está dejando de ganar una gran cantidad de dinero por el desplome del precio del barril del petróleo y su venta es un ingreso importante para el país; no hay información suficiente, pero la cobertura de los seguros que todos los gobiernos compran para el precio del barril, nosotros tenemos entendido que funcionan solo hasta cierto nivel y todo lo que baje de ahí ya no lo paga el seguro. A este precio el seguro ya no está pagando”, anotó.