Alfredo Cuatlapantzi Alvarado, vecino de Acuamanala, se inconformó por la supuesta restricción a su derecho de libre expresión y de crítica al trabajo de un servidor público de ese municipio, así como de ser responsabilizado de generar conflicto entre la comunidad y sus autoridades.
En rueda de prensa, en la capital del estado, recordó que en la pasada administración de su municipio también se organizó con otros pobladores para que fueran atendidas sus peticiones en este mismo rubro.
Dijo que en aquella ocasión hubo respuesta y que “una pequeña colaboración, la cual trajo resultados positivos a nuestra comunidad” que solicitaba una mejora en su beneficio.
Sin embargo, en el gobierno actual se intentó replicar este tipo de trabajo con el ayuntamiento y con el nuevo director de seguridad, Carlos Pérez Pérez, cuando se registró un problema, el cual fue reportado a las autoridades y a este funcionario en el momento en el que ocurría, aunque, el alcalde Rogelio Pichón “hizo caso omiso”, citó.
Apuntó que la petición fue atendida por Pérez Pérez, pero “se puso muy prepotente con los vecinos e igual a una señora, un poco mayor, la empujaron, y una de sus oficiales nos amedrentó diciéndonos que ya nos tenían en las cámaras y que nos las íbamos a arreglar con ellos”.
Explicó que en esa ocasión se pidió el auxilio por que dos policías “andaban borrachos y estaban en una unidad conduciendo y por poco se vuelve en un acto fatal porque estuvieron a punto de atropellar a una pareja”.
El video de los hechos fue exhibido “y por ese motivo el señor (director ) me puso una denuncia ante la Fiscalía (Genera de Justicia del Estado)”, por el presunto delito de incitación a a violencia y por representar la supuesta “amenaza a su integridad”.
Los hechos ocurrieron el pasado 17 de noviembre de 2024 y la notificación de la denuncia “me llega en diciembre, fue muy ágil por lo que podemos ver”, enfatizó.
Apuntó que con fecha 28 de enero de 2025, tanto él como Pérez Pérez firmaron un acuerdo, en el que a petición del director de seguridad, se le restringe “alzar la voz” para hablar sobre su trabajo como servidor público, ya que se le responsabiliza de toda expresión en su contra. “Me neutraliza a seguir tomando acción cívica como lo he hecho”.
Añadió que Carlos Pérez también lo hace responsable de lo que le pudiera pasar a él o a su familia, pero -expuso- de la misma manera yo lo responsabilizo a él”.
Consideró que es “muy raro” que el alcalde no haya tomado cartas en el asunto y “haya dejado llegar este hecho hasta la Fiscalía siendo que yo soy un ciudadano de Acuamanala; fácilmente él me pudo haber llamado junto con el director para solucionar, hablar y realmente llegar a acuerdo pacífico”.
Señaló que ante esta actitud, el presidente pudiera “estar protegiendo” a su director de seguridad, “porque de otra manera no veo por qué dejó que esto se hiciera un problema mayor”.
Reprochó que sea visto como quien generó este conflicto, cuando la responsabilidad de atender este asunto es del alcalde. “Ayer hubo una asamblea con vecinos, todos están sabedores que queremos, como solución, la destitución del director de Seguridad”, pues entre otras cosas, hay quejas en su contra de presunta extorsión y “mal comportamiento de los oficiales”.
Añadió que la actitud “prepotente” de ese funcionario “ha hecho ver a la gente que no es alguien que conviene a nuestra comunidad”, de ahí que sostuvo que la demanda de destitución es apoyada por alrededor de 200 vecinas y vecinos.
“Vamos a entregar la solicitud y a levantar el acta de la asamblea de ayer. Si no se toman las decisiones correctas en el ayuntamiento, vamos a recurrir a otras instituciones del estado para que pueda ser posible”, indicó.
Externó su preocupación por que han surgido publicaciones en redes sociales en su contra, “pero no salen de otro lado más que del ayuntamiento”, pues ha usado un documento sobre una ayuda social que él recibió, “de una carretilla, una pala y un pico, como si estuviera recibiendo un sueldo de ahí”.
Reconoció que teme por su integridad y la de su familia, “porque se supone que un servidor público que está para brindar seguridad y toma decisiones como estas, yo creo que nadie se podría sentir seguro”.
Abundó que este no es un tema exclusivo de Acuamanala, pues en todos lados “los policías se sienten que ellos tienen derechos que nosotros; este director de Seguridad nos decía, ustedes no saben de mis derechos y garantías; ¿entonces qué, nosotros como ciudadanos no tenemos derechos ni garantías, quién nos va a proteger… cómo nos van a proteger las leyes”.