Martes, enero 14, 2025

Un gabinete de pumas mayores

Un gabinete de pumas mayores. El concepto gabinete originalmente designa una simple habitación privada. Sin embargo, su significado se expande gradualmente para abarcar las reuniones confidenciales entre monarcas y sus asesores más cercanos. Esta transición semántica ilustra cómo un espacio físico da nombre a una institución.

En el siglo XVII, el “Cabinet Council” marca un hito en esta transición. Este pequeño comité, deriva del consejo privado del Rey, sienta las bases para el gabinete moderno. A medida que los sistemas parlamentarios y presidenciales se desarrollan, el concepto se adapta y se convierte en el cuerpo ejecutivo que se conoce hoy.

Actualmente, el gabinete representa el núcleo del poder ejecutivo en numerosos sistemas políticos. Compuesto por ministros o secretarios, este órgano asesora al jefe de estado o de gobierno y ejecuta las políticas centrales.

La importancia del gabinete radica en su papel como enlace entre el poder ejecutivo y la administración gubernamental. Facilita la toma de decisiones informadas, la coordinación entre instituciones y la implementación efectiva de políticas.

El gabinete evoluciona de una simple sala hasta un órgano central de gobierno. Ilustra la sofisticación creciente de las estructuras administrativas. Su persistencia y adaptabilidad demuestran su valor como herramienta de gobernanza. Equilibra la necesidad de liderazgo centralizado con los principios de asesoramiento experto y responsabilidad democrática.

Viejos, ancianos o personas mayores.

En las sociedades antiguas, los términos “viejo” o “anciano” eran comunes y a menudo conllevaban respeto. En muchas culturas, la vejez se asocia con sabiduría y experiencia. Los ancianos ocupaban posiciones de autoridad en consejos tribales y familias extensas. Esta visión coexiste con una esperanza de vida mucho menor que la actual.

Con la llegada de la revolución industrial, la percepción cambia. La valoración del trabajo físico y la productividad relegan a las personas mayores a un segundo plano. La palabra viejo adquiere una connotación negativa, asociándose con debilidad e improductividad. El baby boom posterior a la Segunda Guerra Mundial, provoca el aumento de la población mayor. Y, surge la necesidad de repensar a este grupo demográfico creciente.

En las últimas décadas del siglo XX, se inicia un movimiento hacia términos menos estigmatizantes, se reemplaza a los viejos y ancianos por personas o adultos mayores. Esta transición lingüística refleja un cambio de paradigma, de ver la vejez como una etapa de declive a considerarla una fase más de la vida, con sus propias oportunidades y desafíos.

La transición de “viejos y ancianos” a “personas mayores” refleja un cambio profundo en cómo la sociedad concibe el envejecimiento. Este cambio reconoce la diversidad de experiencias en la vejez y busca promover una visión más inclusiva y positiva de esta etapa de la vida. Sin embargo, el desafío continúa: adaptar nuestras sociedades e instituciones a una población que envejece, manteniendo el respeto y la dignidad de todos sus miembros, independientemente de su edad.

Las personas mayores del gabinete

La presidenta de la república electa, ha hecho públicos los primeros doce nombramientos de su gabinete, conformado por seis mujeres y seis hombres, cuyo promedio de edad es de 68.7 años y en el que el mayor cuenta con 81 años y el menor 55 años. De los que cuatro se ubican por debajo de la media y 7 por arriba de la media.

De las seis mujeres, la mas joven cuenta con 55 años y le siguen una de 61 años, otra de 62 años, una más de 70 años, una más de 72 años y una de 74 años. Lo que significa que de las seis personas designadas cinco puede ser consideradas como personas mayores.

De los hombres no hay uno solo menor de 60 años, el más joven cuentan con 65 años, le siguen uno de 67 años, otro de 73 años, uno más de 76 y el mayor de 81 años. Los seis son conceptualizados como personas mayores, encontrándose entre ellos el de mayor edad: 81 años.

Por la edad del gabinete, alguien podría pensar que se trata de una gerontocracia, pero debe tenerse en cuenta que esto es una consecuencia natural del incremento a la esperanza de vida, que en México alcanza los 75 años, con una diferencia fundamental entre hombres y mujeres, ya que en los primeros esta es de 72 años y en las segundas es de 78 años.

Los que inventaron la vida de la polis y la democracia, es decir los griegos, refieren que esto es porque “La juventud carece de experiencia, y los ancianos tienen prudencia, por lo que es mejor que los ancianos gobiernen.” (Platón en la República) y “La experiencia es la mejor maestra; por lo tanto, los ancianos son los más calificados para gobernar la república.” (Cicerón)

Los pumas mayores y los mayores pumas.

Puede  afirmarse que se trata de un gabinete de filósofos en el sentido de lo que  Platón asienta en La República: “Hasta que los filósofos reinen en las ciudades o los que ahora llamamos reyes y potentados filosofen de veras y competentemente, hasta que esto suceda, las ciudades no tendrán descanso de sus males, ni, según creo, el género humano.”

Sentencia: “Nos quedamos con esto: que sólo los filósofos deben gobernar en las ciudades, y también afirmamos con toda justicia que la naturaleza del verdadero filósofo está orientada hacia el conocimiento de lo que es, y él es capaz de liderar, debido a su amor por la sabiduría y la verdad”.

La afirmación se funda en que las seis mujeres y los seis hombres cuentan con estudios de licenciatura y maestría. La mitad de ellos alcanza el grado de doctor. Pero el dato que quizá más llame la atención es que de los doce designados el 75 por ciento cursó estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México. Han estado ligados al servicio público en áreas de su especialidad y en organismos profesionales y de ciencia.

De las/los restantes dos estudian en instituciones públicas (Colegio de México y Universidad Autónoma Metropolitana). Y, solo uno cursa estudios en una universidad privada (Universidad Iberoamericana).

Por lo que volvemos a Platón: “La comunidad no encontrará felicidad, a menos que su esquema esté correctamente trazado y cuente con el único elemento justo. Que quienes gobiernan sean aquellos que han tenido la educación más perfecta y hayan logrado contemplar la verdad.”

Aunque en Tlaxcala no gusta eso del gobierno de los sabios, porque cuando se consideró que Miguel N. Lira podía ser candidato a gobernador, sus amigos le dieron la espalda y los expulsaron de su tierra. A los que Lira llamó “Los Janos”. A las garzas les puede ir mejor que Lira.

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