El tufo de la descomposición inundó ya a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, porque contrario al discurso oficial de erradicar cualquier acto contrario a la ley, han dado cabida a un personaje que es la antítesis de lo que deben prevenir, atacar y sancionar.
Tras años de exilio, Carlos Hernández Lagunes, señalado y conocido por todos en la Procuraduría General de Justicia del Estado por su proclividad de usar el cargo como moneda de cambio y para ganancias personales, fue designado como coordinador de Ministerios Públicos de dicha Fiscalía.
El fiscal Domingo Tamalatzi, con el visto de la procuradora Ernestina Carro, nombró a dicho personaje sin atender todos los nefastos antecedentes de quien ya empezó a buscar a ex alcaldes para, presuntamente, negociar.
En la época en que se busca construir una nueva historia, le dieron cabida a un sujeto que formó parte de la negra realidad que se vivió en materia de procuración de justicia en Tlaxcala, en el gobierno de Alfonso Sánchez Anaya.
Hernández Lagunes fue parte del personal, como visitador, que estuvo bajo el mando del nada célebre, ex subprocurador y ex testigo protegido –asesinado–, Edgar Bayardo del Villar, y por el ex director de la Policía Judicial, Jerónimo Eduardo Osorno Lara, también testigo protegido, por sus nexos con el crimen organizado y que durante la estancia de ambos, delitos como secuestros, extorsiones y robos se extendieron en la entidad.
Hernández Lagunes ya se dejó sentir con los ministerios públicos a su cargo; les solicitó detalles de algunos expedientes y carpetas de investigación y “casualmente”, dicha información, ya es de conocimiento de algunas ex autoridades municipales, principalmente, sobre quienes pesan demandas por presuntos actos de corrupción.
El gobierno debe tener en claro que si no toma una postura firme, con acciones preventivas, sanciones y acciones, en contra de la corrupción, el mensaje será irrefutable: tolera y auspicia ese tipo de conductas, en una entidad en donde la población está harta del pestilente tufo de la corrupción
Sin embargo, los mensajes son contrarios y este lunes seremos testigo de uno más, cuando la mayoría de diputados nombre a Enrique Acoltzi Conde como nuevo magistrado del Poder Judicial, quien la única cualidad que tiene para asumir ese cargo es ser amigo de la familia gubernamental.