Para la intervención que le encargaron realizar en el Centro de las Artes de Tlaxcala (Ceart), la artista plástica Violeta Sosa pensó en uno que recuerde que el edificio donde actualmente se encuentra el espacio fue la Fábrica de Hilos San Luis (Apizaquito), y, a la vez, sea un homenaje a sus obreras y obreros.
La artista originaria de San Pedro Muñoztla, municipio de Chiautempan, tituló la obra “Trenzando llamas”, está formada por 300 piezas de vidrio y puede ser apreciada desde la semana pasada en el centro del corredor lateral izquierdo del Ceart, donde permanecerá de manera definitiva como parte de su acervo.
La instalación, explicó Violeta Sosa, está concebida como una ofrenda a las manos que trabajaron algún tiempo y espacio de tales años en ese lugar, es un recordatorio místico de nuestros constantes latidos al escuchar de dónde venimos, quién nos engendró, desde el sentir y el pensamiento como mujer e hija mestiza de las faldas azules de La Malinche.
“Consta de seis piezas centrales colocadas en forma circular que representan manos humanas tomando hilos que se van transformando en agua, en semillas, en soles, en lo que nos dejaron nuestros abuelos en memoria del significado del lugar. Al centro un corazón brillante que es espejo de la “tlaxcalteidad”, sustancia de nuestros sueños, de los matices más antiguos y más futuristas al nombrar las nuevas generaciones en la proyección de la identidad”, abundó.
“Dentro de más elementos que son colgantes alrededor y parte aún de la ofrenda, están rostros de hombres y mujeres, los cuatro elementos naturales de la vida del ser humano, representados con gotas de lluvia, remolinos de viento, soles llamas de fuego y el maíz como representación de la tierra honrando la sabiduría ancestral”.
Violeta Sosa informó que esta intervención artística se realizó como parte del programa Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura (AIEC) de la Secretaría de Cultura federal, en coordinación con el gobierno del estado, a través del Instituto Tlaxcalteca de Cultura (ITC).
Inicialmente estaba programada para desarrollarse en 2020, pero la pandemia de Covid-19 provocó que la artista plástica comenzara el proceso hasta diciembre de ese mismo año y tras tres meses de trabajo, “Trenzando llamas” fue entregada a las autoridades a principios de este abril.
La instalación, abundó, se realizó con la técnica de vitrofusión a alta temperatura –entre 700 y 850 grados centígrados–, esmalte burbuja en vidrio de ventana y stringers de botellas y barro. Todo el proceso se llevó a cabo en el Taller “La Guajolota” –propiedad de la artista plástica–, y en Centro de las Artes Tlaxcala, ubicado en San Luis Apizaquito, Apizaco.
Como las reglas de operación del AIEC establecían que el proyecto fuera colaborativo, Violeta Sosa contó con la colaboración directa de los artistas María Impatia Paredes Zamora, Omar Saucedo, Vianey Palafox, entre otros, además del Taller “Laguna de Atlahapa”.
“Sin duda –comentó– es una prueba de que este año es de un aprendizaje muy fuerte que vino a sacudir nuestra conciencia, nuestra manera de valorar nuestra existencia y, sin duda, reafirmo mi lenguaje que es manifestado a través del vidrio como prueba de que no tengo más que el arte para decir algo”.
Con “Trenzando llamas”, Violeta Sosa también rinde un homenaje a sus bisabuelos maternos, Benjamín y Federica, quienes se conocieron en la ex fábrica de hilos. “Él obrero originario de San Andrés Ahuashuatepec y ella, una mujer indígena de color tierra, que era una niña que ayudaba en la cocina, hoy sé que, aunque mi memoria recuerda solo al bisabuelo ya muy viejito, su recuerdo nunca morirá en mi corazón y con esta ofrenda venero su nombre”.