No se puede añorar un cambio de régimen ni la Cuarta Transformación del país si quienes dicen encabezar éstas incurren en la mismas prácticas de los políticos que terminaron por hastiar a la sociedad mexicana y eso es en lo que ha caído la mayoría de los diputados locales que encabezan una transformación de oropel.
Ellos, con la aprobación del Presupuesto de Egresos, decidieron mandar al diablo la austeridad republicana, a cambio de aumentarse sustancialmente su presupuesto y contar, cada uno de ellos, con recursos anuales por más de 4.5 millones de pesos, contando la dieta y el rubro de gestión social.
En ello se aplica el dicho popular de hágase su voluntad en los bueyes del vecino, porque los beneficiarios del voto popular que respaldó al ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, han actuado en contra de ese discurso que detesta los abusos, excesos e irregularidades cometidos por la clase política, en especial esa que mantuvo el control del país en los últimos 70 años.
Ayer, eso se los dijo el ex priista, el ex perredista, ex gobernador de Zacatecas y hoy presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, quien les espetó a sus correligionarios que no necesitan de más dinero para cumplir sus funciones y fustigó a quienes mantienen las mismas canonjías que gozaron sus antecesores, aunque ahora tendrán más beneficios que cualquier otra Legislatura.
“Los diputados locales tienen su autonomía, pero les vamos a mandar una copia del documento que suscribimos en el Senado en materia de austeridad, pero les puedo asegurar que no hace falta más dinero; vamos a hacer un llamado respetuoso y amigable, debería aplicarse en todos los estados del país una política de austeridad y sobriedad republicana, es lo que creo, hago un llamado amistoso, ojalá se reflexione esto, porque la Cuarta Transformación no es sustituir al quítate tú para llegar yo con los mismo privilegios y los mismos vicios que en el pasado se tenían”, dijo.
Ojalá los diputados, esos que ahora se sienten intocables, recuerden bien lo que les dijo Monreal Ávila, que su posición y las ganancias que tienen son gracias al arrastre que tuvo el presidente López Obrador en los pasados comicios y que a él le deben el triunfo; aunque parece que ya se subieron a un ladrillo de dos tortillas de altura, que les genera náuseas y vómito que desgracian todo lo que dicen representar.