Tlaxcala se calienta en lo electoral. Ayer los líderes nacionales del PRI y PAN, Alejandro Cárdenas y Marko Cortés, respectivamente, arribaron a la entidad para respaldar a su militancia de cara a los comicios del próximo año.
Ambos líderes dejaron mensajes, apapachos a los suyos y tiraron línea, de cara a la madre de todas las contiendas electorales, la del año 2021, que se empieza a calentar.
En el PRI el mensaje fue claro. Se acabó la sana distancia entre el gobierno del estado y la militancia del partido, pues ambas instancias se necesitan para tratar de refrendar la gubernatura y mantener el poder.
El acto de unción de la nueva dirigencia, que encabezan Noé Rodríguez Roldán y Mildred Vergara, fue un banderazo para que todos los priistas que aspiren a un cargo de elección popular salgan a las calles a convencer a la ciudadanía, pues está claro que las cosas, en este momento, no están del lado del tricolor.
Además, el mandatario Marco Mena recibió el respaldo de su líder nacional por los logros de su administración y lo conminó a hacer lo que quiera con el partido en Tlaxcala, eso sí, previa consulta a su dirigencia. También la cúpula nacional dejó abierta la posibilidad de que se coaliguen con otras fuerzas, eso sí, siempre y cuando el PRI y uno de sus militantes, encabece la postulación a la titularidad del Ejecutivo local.
El calor de la política también se dio en el horno del PAN y su principal bastión en Tlaxcala, como es Apizaco. Ahí, en el marco del informe del presidente municipal, Julio César Hernández Mejía, el líder nacional panista instó a los suyos a dar resultados en el ejercicio de la función pública para aspirar a nuevos cargos de elección popular y mantener los que tienen.
Sin embargo, respaldó el quehacer del edil apizaquense, a quienes ya algunos consideran como serio aspirante al gobierno del estado, al considerar que “con alcaldes como Julio César Hernández, los resultados, por mucho, son mejores y saltan a la vista y (quien) puede ser un gran actor para el proceso comicial”.
Con estos mensajes, sin duda, la política en Tlaxcala se calienta y a partir de ya empiezan a correrse las acciones y estrategias para tratar de obtener dividendos en una elección en la que nadie puede darse por vencedor ni vencido.