De un total de 21 mil 638 beneficiarios tlaxcaltecas del Programa de Fertilizantes para el Bienestar, en el periodo 2020-2022, solamente ocho mil seis son mujeres, es decir, 37 por ciento, cifra por debajo de la media nacional que es de 41 por ciento.
Datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) muestran que la entidad comparte esta condición con Chiapas y Puebla, pero con una proporción menor aparecen Nayarit, Zacatecas, Durango y Morelos, con 36, 33, 30 y 27 por ciento, respectivamente.
Con un porcentaje mayor de mujeres beneficiarias de este programa se encuentran Guerrero, el único en el que esta estrategia se aplicó en 2019, y Oaxaca, con 48 y 40 por ciento, cada uno de estos estados; aunque nada más el primero de estos es el que supera la media nacional.
Estre estas nueve entidades que en el periodo 2019-2022 fueron incorporadas a este esquema del gobierno federal, sumaron 823 mil 968 beneficiarios, de los cuales 41 por ciento son mujeres, esto es, 337 mil 826 personas que pertenecen a este sexo.
En tanto, 55 por ciento de agricultores que recibieron fertilizante se localizan en comunidades indígenas, pero en este caso Tlaxcala aparece con cero porcentaje, al igual que Zacatecas, mientras que los siete estados restantes tienen proporciones de nueve hasta 73 por ciento.
Con base en el Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el presente ejercicio fiscal, conforme a la suficiencia presupuestaria, se dará prioridad a la población solicitante que se encuentre en los padrones de los programas Fertilizantes y Producción para el Bienestar.
Sin embargo, puntualiza que habrá “atención especial a mujeres, a las localidades indígenas y a agricultores que cuenten con validación como productores de cultivos prioritarios”.
Subraya que el Programa de Fertilizantes gratuito es uno de los principales del Ramo 08 Agricultura y Desarrollo Rural, para el cual fueron etiquetados 16 mil 684.1 millones de pesos, a fin “de apoyar la adquisición nacional” de este producto nitrogenado y fosfatado, como asunto de interés para la seguridad y soberanía alimentaria.
En 2023 serán favorecidas todas las entidades del país, “asegurando a la población productora agrícola de pequeña escala los fertilizantes a precios accesibles, disminuyendo la dependencia de las importaciones y apoyando con ello su capacidad de producción”.
La finalidad es atender el problema público del bajo rendimiento en la producción de pequeña escala, el cual se debe entre otros factores a la falta de acceso a insumos estratégicos de nutrición para los cultivos prioritarios.
La meta para 2023 es atender a dos millones de productores y a aproximadamente tres millones de hectáreas dedicadas en su mayoría a maíz y frijol. La logística para la implementación del programa implicará el movimiento de un millón de toneladas de fertilizante (27 mil unidades) y su impacto “se medirá por el incremento de la producción de granos en el total de la superficie beneficiaria”, cuyos datos “se harán públicos” en marzo de 2024.