De los poco más de mil 300 planteles de enseñanza básica pública que operan en la entidad solo 187 cuentan con bebederos y 540 con comedores donde los alumnos pueden hidratarse, reconoció la directora de Educación Básica, Reyna Maldonado Hernández.
Por ello y ante las altas temperaturas que se están registrando en los últimos días en la entidad, la funcionaria de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET) recomendó a los padres de familia asegurarse que sus hijos lleven una dotación o dosis de agua para evitar riesgos por deshidratación.
De acuerdo con Maldonado Hernández, actualmente existen diversos programas para atender a la matrícula estudiantil en esta temporada de calor, entre ellos los bebederos y los comedores escolares, además de que en otros planteles los directores se organizan para que en cada salón de clases haya un garrafón de agua apta para tomar.
Reconoció que en el caso de los bebederos, solo 187 escuelas que forman parte del Programa Reforma Educativa cuentan con este sistema de suministro de agua potable “instalado y funcionando al 100 por ciento” y del cual los alumnos y alumnas pueden consumir el vital líquido.
Respecto de los comedores escolares, estos operan en 540 planteles incorporados al Programa Escuelas de Tiempo Completo (ETC), a donde los alumnos pueden acudir cuando tengan sed a tomar el vital líquido.
En esos espacios, afirmó la funcionaria, “tienen la obligación de distribuir agua y proporcionarla durante toda la jornada escolar, sobre todo al término de una sesión de educación física o después de los recesos, o simplemente porque tienen sed pueden acudir al comedor y encontrarán líquido disponible para abastecer”.
Sin embargo, la recomendación de las autoridades es que el 100 por ciento de la comunidad escolar lleve su respetiva dotación o dosis de agua para que pueda hidratarse durante el tiempo que permanezca en la escuela, “esa, –observó–creo que debe ser una práctica habitual entre las familias, por otro lado, nosotros tomamos medidas porque siempre tenemos pequeños que no llevan el líquido”.
En otros casos, abundó, las direcciones escolares se coordinan para que en cada salón de clases haya un garrafón de agua disponible para que la consuman los menores.
“Una de las mayores recomendaciones es que los niños traigan líquidos a la escuela, de preferencia agua blanca o agua de frutas sin azúcares y que la hidratación sea constante durante todo el día, para que los menores estén bien hidratados y con ello tenemos alrededor del 80 por ciento para prevenir enfermedades derivadas por las ondas de calor”, asentó.