Con la consigna establecida desde el Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2021–2027 de “no más omisión a los problemas que aquejan al campo tlaxcalteca, no más simulaciones como en épocas pasadas”, el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros se propone impulsar al sector primario, atender sus necesidades y reducir la desigualdad en zonas rurales, de entrada, con un presupuesto de 314.1 millones de pesos en 2022 , el cual resultó insuficiente para enfrentar el inesperado encarecimiento de los fertilizantes químicos.
A siete días de cumplirse el primer año de la actual administración estatal y de la entrega del informe correspondiente al Congreso local, a través de la Secretaría de Impulso Agropecuario (SIA, antes Sefoa), denominada así a partir de marzo pasado, se promueven acciones para el aprovechamiento de agua captada, maquinaria y apoyo mediante subsidios, principalmente.
Según el PED, “resulta imperioso establecer estrategias complementarias entre las actividades agropecuarias y las turísticas, que permitan a los pobladores potenciar los beneficios económicos, al mismo tiempo de preservar los recursos naturales, aprovechar los atractivos paisajísticos y fortalecer la identidad”.
Expone que la problemática del sector “no puede seguir pasando desapercibida” y coloca al campo como “uno de los pilares de nuestro estado”, por lo que “solo se logrará una economía fuerte si la actividad agropecuaria es sólida y pujante”.
El documento establece que el “desafío es emprender acciones focalizadas que impulsen integralmente el desarrollo del sector atendiendo de primera mano las necesidades más apremiantes de los productores, eliminando las distorsiones y trabajando para disminuir la desigualdad en las zonas rurales”.
En estos primeros 12 meses de la administración de Cuéllar Cisneros, destaca que el Poder Legislativo aprobó, sin modificaciones, la propuesta de la gobernadora de 314 millones 101 mil 64 pesos de presupuesto para la SIA, lo que significó un incremento de alrededor de 47.1 por ciento con respecto del recurso asignado todavía por el gobierno anterior en 2021; esto es, alrededor de 100 millones de pesos más. Pero el importe quedó muy por debajo de los mil millones de pesos planteados por las organizaciones campesinas.
Con estos recursos se pretende “mejorar la producción y productividad del campo tlaxcalteca debido a la importancia del sector primario”, por lo que la SIA continuaría con apoyos para infraestructura, maquinaria, equipo, semovientes y material vegetativo; asistencia técnica y capacitación, “en beneficio de las y los productores que realmente lo necesitan”, por lo que evitaría intermediarios para el acceso a estos beneficios.
El gobierno afirmó que de esta forma “cumple con las demandas” al alcanzar “un presupuesto histórico“ y al “lograr la verdadera transformación del campo y de quienes trabajan la tierra en Tlaxcala”.
Con base en información de la SIA, en tres programas creció el techo financiero: Proyectos de Aprovechamiento de Agua Captada para Uso Agrícola, a 56 millones de pesos; Renovación y Mantenimiento de Maquinaria para Uso Agrícola, a 4 millones 85 mil pesos, y Apoyo e Impulso al Sector Agrícola (Paisa), a 111 millones 410 mil pesos.
En enero pasado inició la inscripción al Paisa 2022 (que ya operaba desde años anteriores) para brindar subsidios en insumos básicos como: fertilizante químico, mineral y orgánico, fungicidas para cultivos susceptibles a roya amarilla, semillas y herbicidas.
Este programa “es el más grande de la dependencia”, debido al número de personas atendidas e importancia económica y de seguridad alimentaria. De esta forma, se buscó facilitar la compra de insumos necesarios para el ciclo agrícola primavera–verano. Posterior al registro, de marzo a agosto de 2022 abrirían las 11 bodegas para entrega de estos productos agrícolas, pero la apertura se retrasó.
En abril, se pusieron en marcha seis programas a través de la Dirección de Desarrollo Rural de la SIA, con el objetivo de promover la producción sostenible y sustentable de alimentos, así como la creación de empresas agropecuarias y acuícolas.
Esos esquemas son: Agricultura Urbana; Impulso a la Agroindustria Rural; Sistema Estatal de Asistencia Técnica; Unidades Móviles de Capacitación “Tecnomóviles”; Proyecto de Financiamiento a Microempresas para las Mujeres y Jóvenes Rurales; y Proyectos Integrales de Desarrollo Rural.
Entre otras cosas, estas acciones promueven la producción de alimentos en zonas urbanas, periurbanas y rurales, y otorgan subsidios a proyectos de inversión para fortalecer a microempresas, “en consideración al manejo sustentable de los recursos naturales y la innovación tecnológica”.
En ese mismo mes, abrieron las ventanillas para que las y los productores accedan a programas de la Dirección de Agricultura de la SIA “que tienen como objetivo fomentar la actividad agrícola, tecnificar el campo, mejorar la capacidad productiva y contribuir al desarrollo social y económico de la población rural”.
Las y los beneficiarios ingresarían a proyectos de reforestación, aprovechamiento de agua captada para uso agrícola, repoblación y aprovechamiento sustentable del maguey, renovación y mantenimiento de maquinaria para uso agrícola; también a participar en la campaña “Campo Limpio” y en los cursos de capacitación en sanidad vegetal.
Algunos de los apoyos son discos agrícolas de rastra y de arado para vertedera, llantas de tractor agrícola, plantas de maguey, equipamiento de riego de auxilio y cisterna de almacenamiento de captación de agua, entre otros.
A partir de julio se pusieron a disposición árboles de cedro blanco, sabino, pinos de ocote y piñón. En estos programas el subsidio es de 50 al 100 por ciento.
En la campaña “Campo Limpio”, por cada 10 envases de agroquímicos entregados en las bodegas de fertilizante, el productor participaría en la rifa de mochilas aspersoras.
En abril, la SIA y la Comisión de Fomento Agropecuario y Desarrollo Rural de la LXIV Legislatura local realizaron una mesa de trabajo, “para conocer los programas que ejecuta la dependencia y cómo poder coadyuvar para el beneficio de la sociedad tlaxcalteca”.
Sin embargo, a casi ocho meses del inicio de la administración estatal, en abril, la gobernadora y representantes de organizaciones integrantes del Congreso Agrario Permanente (CAP) sostuvieron un primer encuentro en Casa de Gobierno, en el cual se abordaron las diferentes problemáticas del sector primario y se replanteó la necesidad de un Programa Emergente de Rescate al Campo.
Entre otras peticiones, el CAP destacó la gestión de fondos extraordinarios federales para este sector, incremento a 50 por ciento del subsidio al paquete tecnológico de la SIA, así como transparencia en la adquisición de insumos, como fertilizante orgánico y químico “al mejor precio”, en apoyo a una mayor superficie agrícola, así como la apertura urgente de bodegas de fertilizantes y la creación del seguro agrícola de cobertura amplia.
Sobre todo analizar la posibilidad de aumentar 10 o 15 millones de pesos al gasto para la compra de fertilizantes, a fin de dotar de este producto a más personas y la modificación de las partidas presupuestales en algunos programas.
Y es que poco antes del comienzo del ciclo agrícola primavera–verano 2022, advirtieron que el sector enfrentaría la problemática del aumento de costos del fertilizante en al menos 180 por ciento comparativamente con 2021, lo que significaría inversiones de más de 25 mil pesos por hectárea.
A esto, la SIA respondió que en abril aún no se definía la cantidad de fertilizante subsidiado a distribuir, ya que había escasez del producto como resultado del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. Hace unos días, la dependencia admitió que solamente cubriría entre 35 mil y 40 mil hectáreas, 10 mil menos de la meta programada, “por factores económicos y de planeación, pues no se modificó la proyección inicial ni los presupuestos destinados a este programa” una vez que aumentaron los costos por dicha guerra.
Además de este problema, organizaciones campesinas denunciaron que el fertilizante subsidiado “no cubre” los requerimientos de calidad para obtener un buen rendimiento, ya que es “marca patito”, Urea Min, e implica un gasto mayor. En las bodegas cuesta 13 mil pesos y orilla a “hacer dos o tres inversiones para llegar a la fórmula requerida”.
A finales de julio y principios de agosto, alrededor de 8 mil productores habían acudido a las bodegas por fertilizante con subsidio de 30 por ciento, para aplicarlo en cerca de 22 mil hectáreas, según la SIA. Las agrupaciones también observaron que sería complicado emigrar a una agricultura orgánica como pretendía esta Secretaría, pues debe ser gradual; en este sentido, la dependencia aceptó que los productores aún desconfían de esta modalidad, pese a que el gobierno absorbería 70 por ciento del costo.
En medio de afectaciones por la sequía, la actual administración llega a su primer año con la demanda de las agrupaciones de declarar emergencia en el campo tlaxcalteca y activar el seguro catastrófico, pero el monto para atender siniestros agroclimáticos es de solo 16 millones de pesos, según el decreto de Presupuesto de Egresos de 2022.
