Tras asegurar que el pueblo de Tlaxcala ya tiene la mayoría de edad y está preparado para construir su destino desde abajo, la senadora de la República de Morena por Tlaxcala, Ana Lilia Rivera Rivera aseguró que serán los ciudadanos quienes hagan su “cargada” de cara a las elecciones por la gubernatura del año 2027 y no las oligarquías que han gobernado la entidad.
Además, advirtió que no se irá de Morena, pues confió en el respaldo de la sociedad, al tiempo que afirmó que será “el pueblo quien termine de parir lo nuevo”, como sería una nueva forma de gobernar la entidad.
En el marco de la puesta en marcha de la jornada cultural que denominó “Tlaxcala Eterna”, con la que busca, dijo, conmemorar los 500 años de la fundación de la capital tlaxcalteca, la legisladora federal dejó en claro que sus actividades no son parte de una estrategia electoral anticipada, sino parte de una trayectoria de más de tres décadas vinculada a las causas campesinas, la soberanía alimentaria y la identidad originaria del pueblo tlaxcalteca.
“Esta no es una jornada política ni electoral, es una jornada de reconocimiento a nuestra cultura y a nuestras raíces. Es buscar que todos los tlaxcaltecas volvamos al origen y no perdamos nuestra identidad en un mundo globalizado”, expresó la también presidenta de la Comisión de Defensa Nacional del Senado, en entrevista colectiva.
Ante la insistencia de los reporteros sobre sus aspiraciones políticas rumbo a la sucesión gubernamental del año 2027, Ana Lilia Rivera fue enfática: “Yo creo en la cargada del pueblo. No en la de las familias ni en la de los grupos. Tlaxcala ya no puede seguir siendo gobernada por las mismas élites de siempre”.
“Creo, y siempre ha sido mi fe más profunda, en el pueblo. Yo creo que quien decide es el pueblo. Yo creo que el pueblo de Tlaxcala ya tiene mayoría de edad y tiene una capacidad moral e intelectual de decidir lo que le conviene. Yo nunca iré en contra de la voluntad de mi pueblo. Para mí, la voluntad del pueblo es sagrada y es lo único que me importa. Por lo tanto, no veo otra cargada. Yo la única que valoro y considero es la cargada del pueblo. Los tiempos de la cargada del pueblo ya vendrán”.
La senadora también hizo un llamado a Morena para establecer reglas claras en sus procesos internos, particularmente en torno al nepotismo y los actos anticipados de campaña. Dijo esperar que el próximo Consejo Nacional del partido reafirme que dichas prácticas estarán vetadas incluso antes de 2030, como un gesto de congruencia con los principios fundacionales del movimiento.
Al ser cuestionada sobre si considera que el partido en Tlaxcala está secuestrado por intereses familiares, Rivera respondió con una metáfora punzante: “Lo viejo no termina de morir, lo nuevo no termina de nacer… pero lo nuevo va a nacer. Y el pueblo será quien lo parirá”.
“Soy una fundadora de este movimiento y también del partido. Siempre he respetado los estatutos del partido y también me he movido con mucha libertad en el movimiento social de transformación. No he hecho nada que amerite que esta humilde servidora esté fuera de su partido y de su movimiento. No seré yo la que se vaya de este gran proyecto político en el que he creído durante 30 años”, enfatizó.
–¿Tlaxcala ya está listo para terminar con una oligarquía que la ha gobernado con las mismas familias?–, se le cuestionó. –Tonto es aquel que cree que el pueblo es tonto. El pueblo de Tlaxcala es un pueblo sabio, es un pueblo libre, es un pueblo rebelde y es un pueblo que va a tomar las riendas de su destino, tarde o temprano. Mi pueblo está de pie, está preparado para cualquier cosa. Es un pueblo que ha defendido la Cuarta Transformación y que nunca ha cedido. Eso nos da un indicio de la mayoría de edad que tiene el pueblo de Tlaxcala para estar preparado, para construir su destino desde abajo.
Por otra parte y tras asegurar que no lucra con la desgracia ajena, aseguró que además de ser solidaria activa con las cientos de familias que resultaron afectadas con los incendios ocurridos en el municipio de Atltzayanca, presentó dos puntos de acuerdo y dos iniciativas de reformas legales para sancionar las omisiones y negligencias en las que podrían haber incurrido autoridades al no atender adecuadamente esas conflagraciones, así como prevenir que no permitan el cambio de suelo de las áreas afectadas.
“Presenté dos puntos de acuerdo. Uno, para que las autoridades responsables, federales y estatales, rindan un informe de qué acciones y qué protocolos se utilizaron para reaccionar ante el incendio. Y desde ahí determinar si hubo responsabilidad de alguna autoridad por no haber actuado con la corrección. Y el otro, para solicitar a la autoridad competente, en este caso la Procuraduría Agraria, y las autoridades que correspondan, para que se declare toda el área siniestrada como protegida, para que no decidan cambiar el uso de suelo. Se tiene que proteger para que no se lucre por el incendio”.
Aunado a ello, “presenté dos iniciativas de ley. Una, para que se tipifique el delito de omisión para las autoridades que no actúen ante estos incendios con la responsabilidad y la rapidez y prudencia con la que se tiene que actuar. Y la segunda, una reforma al Código Penal para que quienes provocan incendios y generan este tipo de desastres sean considerados como acciones de delitos graves que no alcanzan fianza y que puedan llevarse al Código Penal”.
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