Hasta mayo pasado, habían sido detectadas alrededor de mil 600 descargas residuales en el río Atoyac-Zahuapan, por lo que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) requirió a los municipios que desincorporen de su red de alcantarillado a todas las de tipo industrial o de servicios que incumplan con la NOM-002, a fin de que pueda vigilarlas directamente.
Pedro Misael Albornoz Góngora, director local de Conagua, explicó que para la ejecución de inspecciones y actos de vigilancia a las empresas ubicadas en la región de la cuenca, la Federación trabaja en coordinación con los ayuntamientos, pues antes lo hacían desarticuladamente.
Repasó que muchas empresas descargan directamente en las redes de alcantarillado sanitario y de estas al río, lo cual complica la situación porque de esta forma la responsabilidad recae en el municipio.
Por ello, en varias mesas de diálogo se ha pedido a los ayuntamientos que desincorporen de su red de alcantarillado a todas las descargas de tipo industrial o de servicios que incumplan con la Norma Oficial Mexicana (NOM) 002, ya que la finalidad es “que nosotros podamos entrar directamente en contra de ellas y con esa vigilancia”, indicó.
Anotó que hay algunos casos en los que se lleva a cabo una visita de inspección en conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tanto en descargas como en la parte de contaminantes al suelo.
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Precisó que de esta forma la Profepa apoya en el caso de contaminantes al suelo, porque muchas veces estos no llegan directamente al río, por lo tanto Conagua no puede intervenir.
Afirmó que hay visitas programadas, pero deben tener un efecto o consecuencia, “donde no solo se busca imponer una multa sino los cierres de aquellas que no estén cumpliendo” con la normatividad.
Añadió que en estas acciones de inspección Conagua también trabaja en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente (SMA) y la Procuraduría de Protección al Ambiente (Propaet), ambas del estado, así como con las áreas de medio ambiente municipales.
A pregunta expresa, el funcionario federal acentuó que debe “existir mano dura” hacia las industrias contaminantes, ya que es una instrucción desde la presidencia de la República y la dirección general de Conagua.
“Y siempre hay que prevalecer el diálogo, pero no sin la mano dura de que dejen de afectar al río, porque de una u otra manera no es pretexto el hecho de que nos generen empleo, a que estén contaminando, esos tiempos ya se terminaron y es lo que tenemos que vigilar”.
Remarcó que cada empresa debe tener su propia planta de tratamiento “y por ahí estamos empezando en conjunto con Profepa“, porque si carecen de un sistema de saneamiento “desde ahí ya estamos mal”, por tanto, también es importante verificar que no solo cuente con ello sino que realmente opere.
Recalcó que en el estado hay ciudades industriales con plantas de tratamiento que están a cargo de una especie de comisiones de agua y son organizadas o reguladas por el gobierno del estado “que nos está apoyando mucho en reglamentar a las empresas que no están cumpliendo y afortunadamente, aunque sean la minoría, todas las aguas residuales tratadas impactan”.
Recordó que en total hay cerca de 600 descargas con permiso de Conagua y son las que están sometidas a vigilancia, pero en los recorridos que se han realizado en toda la Cuenca del Atoyac, se han ubicado alrededor de mil 600, “desde una vivienda que carece de servicios y se le hace fácil poner su colector para tirar en las zanjas, en el canal o donde pueda”.
Sostuvo que existen estrategias para tratar esos desechos y que en el caso de descargas aisladas se plantea el uso de sistemas biodigestores; mientras que en comunidades pequeñas, se sugieren los humedales.
En tanto, para localidades concentradas dentro de la mancha urbana, ya se trabaja en el diseño de colectores dirigidos hacia las plantas de tratamiento y estas tendrán que contar con un sistema técnico-financiero “que las pueda mantener para que no tengamos todos elefantes blancos”, subrayó.
El pasado 22 de marzo, cuando inició el saneamiento y restauración del río Atoyac-Zahuapan, el gobierno federal informó que el diagnóstico es “tremendo”, pues hasta ese momento se habían detectado mil 095 descargas industriales, 100 tiraderos de basura, 39 mil hectáreas deforestadas, 205 invasiones de zona federal y “condiciones inaceptables de contaminación”.
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