En el marco del Día Mundial del Agua, la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) realizó el foro “Agua para la Paz. Problemáticas y acciones”, donde expertos en la materia alertaron sobre la situación crítica del recurso hídrico en el estado. Entre los principales temas abordados destacaron la sobreexplotación de acuíferos, la contaminación de cuencas y la necesidad de implementar tecnologías avanzadas para la gestión del agua.
El doctor Melquiades Pérez González, destacó que Tlaxcala obtiene la mayor parte de su agua de cárcavas subterráneas, algunas con pozos de hasta 150 metros de profundidad. “Ya es grande, ya son profundos, pero creemos que existe muchísima agua todavía más profunda”, señaló. Sin embargo, alertó sobre la crisis derivada de las prácticas agrícolas tradicionales que desperdician grandes volúmenes de agua.
Además, Pérez González mencionó la preocupante contaminación de las cuencas del estado. Destacó que con la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Tlaxcala para dar banderazo al saneamiento de la cuenta del Atoyac-Zahuapan, al cual se han destinado mil 500 millones de pesos, destacó que “Desde mi punto de vista, deberían aplicarse los mil millones para Tlaxcala y los 500 para Puebla. La razón: el Zahuapan-Atoyac nace en Tlaxco“, argumentó.
El doctor insistió en que la solución para la crisis hídrica debe partir desde la comunidad y el conocimiento científico, destacando la importancia de prohibir nuevas concesiones de agua a industrias. “Desde mi punto de vista, debería prohibirse cualquier concesión ya. El agua debe ser para uso humano”, afirmó.
Por otro lado, abordó la importancia de la tecnología satelital en el monitoreo de los recursos hídricos. Explicó que en Tlaxcala no se han aprovechado herramientas como las ofrecidas por la NASA, que brindan información clave sobre la disponibilidad de agua, precipitaciones y cambios en el uso de suelo. “Los datos del satélite Grace identifican que las tendencias de reserva de agua subterránea en Tlaxcala han disminuido debido a la sobreexplotación de acuíferos para uso agrícola y doméstico”, advirtió.
Destacó que Tlaxcala, al ubicarse en una zona de clima semiárido, es altamente vulnerable al cambio climático, lo que se traduce en una reducción de lluvias y un aumento en la evaporación del agua. “Los satélites muestran que la calidad del agua también es un problema, pues la contaminación de ríos y lagos en Tlaxcala ha sido documentada a través de estudios de campo complementados con datos satelitales”, agregó.
Señaló que el crecimiento urbano y la expansión agrícola han afectado la capacidad de retención de agua en los suelos. Alertó sobre casos específicos en Tenancingo, donde manantiales y cuevas están en riesgo de desaparecer debido a la urbanización. “Están tapando el oro con cemento”, denunció.
Por lo que hizo un llamado urgente a preservar los cuerpos de agua y las cuevas subterráneas, ya que son clave para el análisis y conservación del agua en Tlaxcala. “Sacando la basura de las barrancas, el agua vuelve a renacer”, enfatizó.
Por su parte, la doctora Silvia Chamizo Checa, resaltó los compromisos clave del Plan Nacional Hídrico, una iniciativa que pone al agua en el centro del desarrollo sostenible. Entre los puntos más importantes que mencionó, destacó la priorización del acceso al agua para consumo humano y la eficiencia en su uso dentro de los procesos productivos. Dijo que el Plan contempla la tecnificación del riego agrícola y la implementación de obras de infraestructura, así como la simplificación de trámites para facilitar el desarrollo. Además, se promovió el uso del reuso de agua tratada como una medida crucial para la conservación de este recurso natural.
En el contexto de Tlaxcala, Chamizo puntualizó que el mayor impacto sobre los recursos hídricos en la entidad proviene del uso del agua subterránea, especialmente por parte de la población, seguido por la agricultura y la industria. Esto subraya la necesidad urgente de implementar estrategias en el sector doméstico para eficientizar su uso y evitar el desperdicio.
En cuanto a las acciones específicas contempladas en el Plan Nacional Hídrico, se mencionaron importantes proyectos de infraestructura como la construcción de líneas para el reúso de agua tratada. Además, se prevé la instalación de plantas de tratamiento en varias localidades.
La doctora Chamizo también destacó que en Ixtacuixtla, ya se están implementando sistemas de riego por irrigación que evitarán el desperdicio de agua y mejorarán la eficiencia agrícola. “Es una excelente noticia que Tlaxcala esté contemplado en el Plan Nacional Hídrico. Las plantas de tratamiento en la región podrán tratar tanto las aguas residuales negras como los efluentes industriales, lo que representa un avance significativo en la gestión del agua”, concluyó.
En su intervención sobre la situación hídrica en México, el doctor Hipólito Muñoz Nava expuso cifras alarmantes sobre la cantidad de agua disponible en el planeta y los retos que enfrenta el país para gestionar este recurso vital. Según el científico, la Tierra posee aproximadamente 140 trillones de kilogramos de agua, de los cuales el 97.8 por ciento se encuentra en los océanos, mientras que el agua subterránea representa solo el 0.3 por ciento de la totalidad.
Muñoz Nava también subrayó que, a nivel mundial, México ocupa el lugar 93 en términos de agua renovable per cápita, lo que coloca al país por debajo de otras naciones con grandes reservas de agua como Brasil, Rusia y Canadá. En cuanto a la cantidad de agua disponible para el país, destacó que en promedio, México cuenta con mil 14 km³ de agua. El doctor también mencionó que en el caso del estado de Tlaxcala, el cálculo de agua disponible se estima en 2.96 km³.
Sin embargo, Muñoz Nava expresó sus preocupaciones sobre las deficiencias del Plan Nacional Hídrico, al considerar que, aunque contempla proyectos estratégicos de reforestación, humedales y tratamiento de aguas residuales, no se está abordando de manera adecuada la participación social. Según el doctor, las políticas se dictan de forma centralizada sin involucrar a las comunidades locales en el proceso. Además, cuestionó la efectividad de las plantas de tratamiento de agua, mencionando que la falta de control en su operación puede dificultar el cumplimiento de las normas de calidad de agua.
El doctor concluyó su intervención enfatizando que, para que los proyectos hídricos sean verdaderamente efectivos, es necesario que las comunidades locales estén activamente involucradas en la gestión del agua.
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