Los trabajos de reparación y restauración de los bienes muebles y templos que resultaron dañados por el sismo de 2017 implicarán una inversión de alrededor de 100 millones de pesos, adelantó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Centro Tlaxcala, José Vicente de la Rosa Herrera.
Refirió que a la fecha se han aplicado ya aproximadamente 50 millones de pesos en una primera etapa de atención a piezas de arte sacro y a 76 templos que sufrieron daños menores, pero la previsión es que se ocupe una cantidad similar para atender al resto de las 129 iglesias afectadas.
Explicó que los recursos que se ejecutan en estas obras provienen de dos fuentes, del seguro institucional que contrató el INAH para eventualidades, los cuales se aplicaron en una primera etapa de intervención, y del Fondo Nacional para Desastres (Fonden) de la Secretaría de Gobernación (SG).
“Hasta ahorita llevamos invertidos casi 50 millones de pesos, de los cuales el 45 por ciento corresponde al programa de Conservación de Bienes Muebles, es decir, retablos, cuadros, objetos religiosos y el resto del presupuesto se aplicó directamente en los bienes inmuebles”.
“El resto de lo que falta, lo tendremos cuando se terminen los dictámenes de las 53 iglesias que faltan y que sea autorizado por el Fonden, pero estamos calculando, así a ojo de buen cubero, porque de una u otra manera tenemos cifras preliminares, que será aproximadamente la misma cantidad, o sea que llegaremos a una inversión total de alrededor de 100 millones de pesos del total de bienes muebles e inmuebles”.
De la Rosa Herrera, quien fue entrevistado al término del evento de inauguración de la exposición escultórica “Timo en Tlaxcala” que se realizó en el zócalo capitalino, informó que recientemente le fueron entregados los expedientes técnicos de las iglesias de San José de la capital tlaxcalteca y de San Francisco, en Tepeyanco, con lo cual ya podrán iniciar los trabajos de restauración.
“Son procesos técnicos que requieren de especialistas en estructuras, en mecánicas de suelos, restauradores, ingenieros y arquitectos, eso le da complejidad a la definición técnica de cómo se hace la intervención, la restauración. Creo que esos son los tres órdenes que importan a la ciudadanía, primero el reconocimiento y respeto a su patrimonio, por el entendimiento de que los trabajos de restauración son largos, por su paciencia”
Aseguró que el INAH ha establecido un diálogo con todos los órdenes, tanto políticos como eclesiásticos, sobre este tema, y “recientemente tuvimos una reunión con el obispo Julio César Aquino Salcedo y con el canciller para informarles de esta circunstancia, como siempre (estuvieron) comprensivos, receptivos”.
En este sentido, adelantó que en próximos días celebrará una reunión con los párrocos y fiscales de los 53 inmuebles que faltan por atender, en la que les proporcionará información “clara y precisa”, tanto del monto de la inversión como de los trabajos especializados que tendrá cada espacio.