Remesas para el cuidado de las familias. Eso representa el trabajo de los más pobres que migran a los Estados Unidos como ilegales, porque no encuentran trabajo en Tlaxcala. Los gobiernos federal y estatal los alaban como héroes.
Durante 2021, llegaron a Tlaxcala 317.1 millones de dólares. Un año después crecen a 383.3 millones de dólares. Lo que refleja un incremento de 20.8 por ciento con respecto al año anterior.
Los municipios que reciben esta bocanada de aire financiero, en orden de importancia, son: Apizaco, Tlaxcala capital, Chiautempan, Zacatelco, Tlaxco, Huamantla, Nanacamilpa, Teolocholco, Natívitas y San Pablo del Monte.
Paradójicamente no son los más pobres, sino los más urbanizados. Lo que significa que las condiciones de la migración han cambiado. Se traslada de las poblaciones que viven del sector agrícola hacia los habitantes urbanos.
Las llamadas remesas familiares llegan a Tlaxcala a través de transferencias electrónicas (98.9 por ciento), en efectivo o especie (0.8 por ciento). Por medio de giros bancarios o postales (0.3 por ciento). El 95 por ciento llega procedente de Estados Unidos.
El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA ) reporta que quienes reciben las remesas son las esposas y las madres de los migrantes. Casi el 40 por ciento de las personas receptoras tiene entre 50 y 60 años de edad.
Lo que determina que la inmensa mayoría de ese recurso se destine al consumo. Se aplica, en primer lugar, a gastos de alimentación. En segundo lugar a vestido. Y, en tercer lugar, al pago de servicios de salud.
Un dólar hoy tiene un valor de cambio de 18 pesos, una familia que reciba en promedio 150 o 200 dólares, se le convierten entre 2 mil 700 y 3 mil 600 pesos. Lo que muestra que un peso fuerte pega en contra de las remesas para el cuidado familiar.