Con el argumento de que el lenguaje también puede generar desigualdad, exclusión y discriminación, la diputada Gabriela Hernández Islas, integrante del grupo parlamentario de Morena, propuso al pleno del Congreso local, reformar la Ley Orgánica del Poder Legislativo y su Reglamento Interior para eliminar el uso del término “grupos vulnerables” y sustituirlo por “grupos vulnerados”, a fin de reconocer la dignidad y la igualdad de todas las personas.
Durante la presentación de su iniciativa, durante la sesión ordinaria de este martes, la legisladora sostuvo que el lenguaje institucional debe ser congruente con los principios de igualdad, inclusión y derechos humanos, especialmente cuando se trata de sectores históricamente marginados o discriminados.
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“Resulta incongruente que en este Congreso, la casa del pueblo, todavía se empleen términos que atentan contra la dignidad humana. No podemos seguir refiriéndonos a las personas como discapacitadas, inválidas o vulnerables; debemos reconocerlas como personas en situación de vulneración, es decir, afectadas por estructuras sociales desiguales”, expresó desde tribuna.
La congresista recordó que de acuerdo con cifras del Inegi, al menos 8.8 millones de personas en México viven con alguna discapacidad, cifra que se duplica si se suman otros grupos en condiciones de vulneración social, por lo que “estos sectores no requieren lástima ni benevolencia, sino reconocimiento, respeto y condiciones reales de igualdad”, añadió.
La diputada explicó que su propuesta tiene un doble propósito: armonizar el marco jurídico interno del Congreso y modificar la denominación de la Comisión de Derechos Humanos, Grupos Vulnerables y Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para que a partir de su aprobación se denomine Comisión de Derechos Humanos, Grupos Vulnerados y Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
“La palabra vulnerable es herencia de un paradigma médico-rehabilitador que históricamente ha legitimado la exclusión y la tutela sobre quienes no encajan en los cánones de normalidad. Esa visión debe superarse si queremos construir un Congreso verdaderamente incluyente”, argumentó.
Durante su exposición de motivos, Hernández Islas señaló que el lenguaje es fondo y forma, pues tiene la capacidad de moldear realidades y perpetuar estigmas. Citó al académico Luis González Placencia, quien advierte que la noción de vulnerabilidad suele presentarse como una “condición fatal o accidental” que justifica la tutela y la desigualdad, en lugar de reconocer las causas estructurales que generan la exclusión.
“Seguir usando esa palabra implica aceptar que hay personas de primera y de segunda categoría. No somos personas inferiores ni merecemos trato distinto; exigimos el mismo respeto y reconocimiento que cualquiera”, enfatizó.
La legisladora morenista aseguró que su propuesta no se limita a un cambio semántico, sino que busca transformar la concepción institucional de la diferencia. “Dejar atrás la idea de vulnerabilidad y hablar de vulneración significa reconocer que el problema no está en las personas, sino en las condiciones sociales que las afectan”, afirmó.
De aprobarse, la reforma modificará la fracción VII del artículo 82 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, así como la fracción VII del artículo 37 y el primer párrafo del artículo 44 del Reglamento Interior del Congreso del Estado, para que ambos instrumentos legales utilicen el nuevo concepto.
“Este cambio puede parecer pequeño, pero representa un paso histórico hacia un lenguaje legislativo respetuoso, moderno y humanista”, concluyó Hernández Islas.
