Debido a que alrededor de 19 mil 110 personas han mostrado afectaciones de alto o bajo impacto por la pandemia de Covid-19, en 15 municipios con mayor incidencia de contagios en el estado, se puso en marcha el Programa de Atención Socioemocional para Niñas, Niños y Adolescentes en escuelas de nivel básico.
Tlaxcala es la primera entidad en la que se implementa esta estrategia, con la finalidad es garantizar el desarrollo integral de este sector y proteger su derecho a tener acceso a servicios de educación y salud, así como priorizar su bienestar.
Durante la presentación ante medios de comunicación, Mariana Espinoza de los Monteros Cuéllar, presidenta honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif), expuso que en tiempos de pandemia este sector es especialmente vulnerable, pues sus entornos “se ven alterados debido al confinamiento prolongado”.
Puntualizó que, si bien no ha sido el grupo de la población más afectado en cuanto a contagios, la realidad es que está expuesto al estrés psicosocial y a problemas psicológicos por factores determinantes, como infecciones de familiares directos, la falta de convivencia social con niños de su misma edad y la tensión por carencia social.
En el Sedif, la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) y la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET), existe preocupación por el bienestar, atención y seguimiento en esta materia, afirmó.
Por su parte, Homero Meneses Hernández, titular de la SEPE-USET, explicó que en la entidad hay mil 335 escuelas de educación básica distribuidas en el estado, pero que en esta primera etapa se aplicará este proyecto en planteles de 15 municipios (Tlaxcala, Apizaco, Chiautempan, Huamantla, Zacatelco, San Pablo del Monte, Yauhquemehcan, Papalotla, Contla de Juan Cumatzi, Tlaxco, Ixtacuixtla, Tetla de la Solidaridad, Teolocholco, Calpulalpan y Totolac).
Demarcaciones en las que se ha identificado a 19 mil 110 personas que han mostrado afectaciones de alto o bajo impacto, “pero que puede ser” que haya corresponsabilidad entre el elemento Covid y la cuestión socioemocional.
Recordó que en Tlaxcala se retomó la definición de la Secretaría de Educación Pública federal, de nueve intervenciones, cinco momentos y dos escenarios para el regreso a clases de manera segura y que con base en ello, se determinó impulsar tres principios, entre ellos, el apoyo a la salud socioemocional y física de niñas, niños y adolescentes, en la cual se apoya este programa impulsado por el Sedif, abundó.
Esta estrategia consta de cuatro etapas. La primera consiste en la observación a partir del ambiente de diálogo que fomente la autoidentificación y expresión de sus emociones, y la segunda, en la detección de estudiantes que presenten señales que requieran de un diagnóstico y atención inmediata.
La tercera fase es la canalización y atención de niñas, niños y adolescentes, y la cuarta, es la de brindar atención y seguimiento de casos personalizados, indicó.
Alejandro Di Grazia Rao, especialista en la materia y autor de esta iniciativa, realzó que este contexto de contingencia sanitaria por Covid-19 y sus variantes ha ocasionado lamentables consecuencias para la sociedad mexicana y que la niñez también ha experimentado el contacto con esa realidad en diversos espacios y momentos.
A ello se añade el desafío de un regreso seguro a las escuelas, por lo que este programa es una guía para la aplicación de un protocolo para la detección de situaciones socioemocionales relacionadas con ansiedad, depresión, estrés y estrés postraumático que pudieran afectar el aprendizaje de infantes y la normal convivencia en los planteles.
Resaltó la importancia de este programa, ya que el confinamiento por más de un año generó posibles secuelas en la niñez de todo el país, según datos de primeras investigaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Es urgente medir los efectos que esta situación ha ocasionado” entre esta población de la entidad tlaxcalteca y actuar de manera inmediata para brindar el apoyo psicológico necesario, pues la gobernadora estableció como una prioridad la atención a este que es uno de los sectores vulnerables.
Por tanto, los objetivos del proyecto son medir el impacto de las secuelas generadas por la pandemia en niñas, niños y adolescentes que permanecieron por más de año y medio confinados en sus hogares, “y en muchos casos han sido víctimas de situaciones, además de violencia en su entorno familiar”; así como otorgar el apoyo necesario –agregó- para garantizar su pleno desarrollo integral.
Para cumplir estos propósitos trabajarán de manera coordinada el Sedif, la SEPE-USET y, en algunos casos, la Secretaría de Salud (Sesa); directivas, directivos y docentes, dijo.
Las pruebas serán aplicadas durante dos semanas y los resultados serán enviados al Sedif para que de forma inmediata se establezca comunicación con padres de familia y la institución educativa, a fin de proporcionar atención pronta a través de psicólogos.
El proyecto permitirá dar seguimiento puntual del tipo de apoyo que requieran esos infantes y enfocar de manera interinstitucional todos los recursos humanos y materiales para garantizar la seguridad y bienestar. Los resultados serán confidenciales en apego al respeto a la integridad de la niñez y a la protección de sus derechos humanos, sostuvo.
La plantilla docente se encargará de aplicar un “protocolo sencillo” de aproximadamente 25 preguntas y a lo largo de dos semanas observará a sus estudiantes, en particular a quienes pudieran ser “semáforo rojo”.
Luego, la información será enviada al Sedif para que los y las profesionales tamicen los resultados, a efecto de que llamen a los padres y si estos lo autorizan, iniciará la atención a sus hijos en centros donde se les realizará un diagnóstico más profundo. añadió.
Primero serán valorados alumnos que asisten a clases presenciales y posteriormente al resto, pero “ningún niño quedará desatendido”. En paralelo se implementa la Escuela Padres, además, “se firmará un convenio con la Universidad Politécnica Nacional”, a fin de que a través de su Academia de Desarrollo Humano, se realicen recorridos en los planteles y se trabaje en la Escuela para Madres, para asistir a la familia completa.
A su vez, el titular de la SEPE refirió que es imprecisa la cifra de alumnos que han perdido a su padre, madre, cuidador o tutor por esta pandemia de Covid, pues no es intención de la dependencia identificar el número sino dar atención.