El gobierno del estado y el Banco de Alimentos Cáritas Tlaxcala presentaron este martes la estrategia “Tlaxcala comparte”, a través de la cual buscan recaudar arroz y frijol para destinarla a familias con carencias alimentarias, por lo que representantes del sector público, privado y la academia se comprometieron a sumar esfuerzos para esta causa.
El líder del proyecto Banco de Alimentos Tlaxcala, Carlos Quiroz Amezaga expuso que en la entidad hay 350 mil personas con alguna carencia alimentaria y con dificultades para acceder a una alimentación adecuada por sus propios medios, razón por la que esta organización ha dispuesto poner en marcha su experiencia de 30 años para abatir el hambre en México.
A la fecha, mencionó, hay 60 bancos de alimentos en 30 estados del país y está en proceso la construcción de uno más en Tlaxcala con el que buscan evitar que alimentos se desperdicien cuando ya no están en condiciones de comercializarse, pero sí cumplen con los requerimientos para ser consumidos.
“El mensaje es contundente. El hambre no puede esperar. Es una necesidad humana que no debe hacerse esperar. El hambre duele. El hambre priva a un ser humano del derecho indispensable, que no solamente es comer el día de hoy, sino que construye una vida plena donde alcance sus sueños”, dijo.
Ante funcionarios del gobierno estatal, Quiroz Amezaga indicó que en el mundo hay mil millones de personas con alguna limitación para acceder a una alimentación sana y para abatirla proponen que la solidaridad sea el antídoto; por ello, reconoció el compromiso de diferentes sectores de la sociedad de Tlaxcala para sumarse a la colecta de víveres.
Con la estrategia “Tlaxcala comparte, hambre cero”, el Banco de Alimentos pretende luchar contra la apatía y promover la inconformidad frente a estas carencias al sumar a la sociedad civil en esta tarea., agregó.
“No venimos solo a hablar de caridad, sino hacer acciones, pero también hacer un proyecto de intervención social y de inversión social, porque lo que demos en este proyecto, nos lo estamos dando como sociedad”, asentó.
Esta labor inicia con la colecta de arroz y frijol porque al ser productos susceptibles como moneda de cambio, también suelen escasear entre los alimentos que recuperan de centros comerciales, restaurantes y fábricas de alimentos.
“Cada kilo de alimento donado es un paso hacia una Tlaxcala sin hambre. Hoy, al unirnos bajo esta causa, declaramos que Tlaxcala no permitirá que ningún hermano tlaxcalteca pase hambre. No es un sueño lejano, es una meta muy alcanzable. Si cada uno de nosotros da un paso hacia el frente y hacia adelante”, puntualizó.
Como representantes del sector gubernamental participaron Luis Antonio Ramírez Hernández, secretario de Gobierno y María Fernanda Espinosa de los Monteros Cuéllar, presidenta honorífica del Comité Consultivo de Bienestar y Desarrollo Social de Tlaxcala; por el sector privado, César Reyes Chávez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); y por la academia, Serafín Ortiz Ortiz, rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), quienes externaron su compromiso y voluntad de promover, pero también de sumarse a esta causa para abatir el hambre en la entidad.