Pobladores de San Lucas Cuauhtelulpan temen que el organismo de esta comunidad encargado de suministrar el servicio de agua potable sea transferido a la Comisión de Agua Potable del Municipio de Tlaxcala (Capam), por considerar que, entre otras cosas, implicaría el incremento de la tarifa, señaló Maurilio Lima García, dirigente estatal de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca).
Señaló que el presidente de comunidad, Gustavo Amador, pretende realizar este traspaso, así como el corte del abastecimiento, bajo el argumento de que los usuarios son morosos en el pago de 60 pesos mensuales.
“El líquido es insuficiente y por eso la gente no paga. Falta dos o tres veces a la semana”, dijo al tiempo que subrayó que desde hace más de 15 días el servicio fue suspendido.
Prácticamente no hay agua en la comunidad –indicó el dirigente-, las pipas abastecen a las familias pero cobran una cantidad de 700 pesos que no todas pueden cubrir. Incluso, las instituciones educativas y los usuarios que van al corriente en su mensualidad también deben proveerse de esta manera.
“Todo esto es un gran problema en el pueblo de Cuauhtelulpan y la alcaldesa Anabell Ávalos Zempoalteca debe tomar cartas en el asunto”, requirió.
Dijo que si el presidente de comunidad intenta pasar el servicio a la Capam, la tarifa podría incrementar, lo cual empeoraría la situación. Pero apuntó que lo más preocupante es que esta autoridad disponga o tome decisiones sobre “lo que a la población le ha costado gestionar para manutención de la red y de los pozos”.
Asimismo, enfatizó que hay intranquilidad en los vecinos ante la posibilidad de que el servicio se concesionado a una empresa privada. Además, “ha corrido a personal bajo cualquier excusa y la presidenta municipal lo ha permitido. Hay inconformidad del pueblo, busca destituirlo por el mal trabajo, no hay obra y lo más grave es la inseguridad”.
