Catalina Flores Hernández, dirigente estatal de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), aseveró que debido a la descapitalización, al estiaje y al alza en los costos de producción, hay agricultores que han cancelado labores de siembra.
En el sector estamos muy preocupados por la sequía y por los precios de los fertilizantes “que se fueron al cielo, por lo que muchos compañeros están dejando de trabajar sus tierras; están muy asustados porque los insumos están caros”, dijo.
Apuntó que el apoyo institucional “todavía no se siente en los bolsillos” de las y los agricultores, pues se dio a conocer que después de la veda electoral por el proceso de revocación de mandato se iba a restablecer la apertura de ventanillas para el registro a los programas, sobre todo para abono orgánico, pues en el caso del fertilizante químico será más difícil acceder porque el costo “está por las nubes” y el campesino carece de capacidad económica para comprarlo.
Las mujeres y los hombres del campo –dijo- enfrentan esta situación que se hace más compleja por el incremento en el valor los combustibles y “de todos los productos”, sobre todo los de la canasta básica; “estamos con el Jesús en la boca, qué vamos a hacer”.
Anotó que otro tema que preocupa y alarma es el precio de la tortilla en hasta 22 pesos por kilogramo, mientras que al productor se le paga el maíz en cinco o seis pesos, “no es posible” esta diferencia, pues “no hay un equilibrio, no debería ser así”.
Se requiere que volteen a ver al campo para ponerle “un poquito más de atención” por ser fundamental y prioritario de soberanía alimentaria, para sobrevivir toda la población tlaxcalteca, principalmente la de escasos recursos económicos, expresó.
Por ello, recalcó que el fertilizante debe ser distribuido directa y gratuitamente entre todos los pequeños productores que demuestren trabajar las parcelas, ya que los “grandes terratenientes tienen para comprar eso y más”.