Desde 2019, docentes de la Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) han puesto en marcha el programa “Pequeñas y Pequeños Universitarios”, dirigido a niñas y niños que asisten los viernes de consejo técnico. El docente Eduardo Abedel Galindo Meneses, uno de los líderes, explicó que el objetivo es fomentar vocaciones científicas y humanísticas en un ambiente inclusivo, donde experimenten la vida universitaria a través de actividades lúdicas y de respeto a la diversidad.
Actualmente cuentan con 30 niños en el programa, que comenzó como una actividad aislada, pero pronto se transformó en una experiencia que impulsa el protagonismo infantil, retomando metodologías de educación crítica aplicadas en Sudamérica. Galindo Meneses, junto con los docentes Jessica Cervantes Carro, Leticia Alcántara Corona y Emilio Maceda Rodríguez, han dado forma a este proyecto que no solo busca atraer a los niños a la universidad, sino también enriquecer sus perspectivas y valores.
Cada viernes de consejo técnico, los pequeños participan en talleres enfocados en diversidad, interculturalidad y desarrollo humano, en los que interactúan a través del arte y el juego.
“Queremos que las actividades no sean solo acumulación de conocimiento, sino una experiencia que los haga valorar la diversidad y la diferencia”, mencionó en entrevista Galindo Meneses.
Las sesiones están diseñadas para que los niños se acerquen de forma genuina a estos conceptos, respetando siempre sus intereses y ritmos de aprendizaje.
El programa también pone énfasis en temas de inclusión y derechos humanos. Las actividades buscan sensibilizar a los niños sobre problemáticas sociales, como la exclusión de personas con discapacidad y, al mismo tiempo, los inspiran a construir relaciones basadas en el respeto y la solidaridad. “A través de estos talleres, los niños descubren sus habilidades y, lo más importante, aprenden a convivir en un entorno diverso y plural”, destacó el docente.
Un aspecto central de “Pequeñas y Pequeños Universitarios” es su enfoque disidente respecto al sistema adultocéntrico, explicó Galindo Meneses. El programa propone una alternativa a la visión jerárquica en la que los adultos suelen posicionarse por encima de los niños, dándoles a los pequeños la oportunidad de decidir y expresarse.
“Queremos que los niños vean que es posible un mundo sin estas jerarquías, donde se promuevan relaciones de igualdad”, subrayó.
Los niños pueden, incluso, diseñar y compartir sus propios talleres. Algunos eligen enseñar habilidades que dominan, como una niña que impartió un taller de hot cakes o un niño que narró leyendas populares. Estas actividades fortalecen su confianza y les muestran el valor de compartir su conocimiento.
Además de ofrecer experiencias educativas innovadoras, el programa “Pequeñas y Pequeños Universitarios” contribuye a fortalecer el vínculo entre la universidad y la sociedad, convirtiéndose en un espacio de integración y apoyo familiar. Padres, madres y cuidadores son invitados a participar y conocer de cerca las actividades que sus hijos realizan, fomentando así un ambiente de aprendizaje colaborativo donde la comunidad educativa y las familias comparten la responsabilidad de la formación integral de los niños.
Esta conexión entre el hogar y la universidad promueve una educación que trasciende las aulas, impactando en la vida cotidiana y en el desarrollo social de los participantes.
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