Los actos de violencia y la sucesión, in crescendo, de hechos delictivos en el territorio estatal, sumada a la limitada y deficiente acción de gobierno para contenerles, alientan fundadamente la percepción de que la estrategia de seguridad pública es prácticamente inexistente y, más bien apuntala y permite la actuación y protección de las y los delincuentes.
A esto hay que agregar la decisión bastante cuestionable –que dinamita el discurso oficial de que vivimos en el estado más seguro del país, donde “gracias a dios” no existen las problemáticas que tienen otras entidades federativas– de adquirir, de manera nada transparente e insuficientemente justificada, 10 camionetas blindadas con un costo de 56 millones de pesos.
Las autoridades, que hay que decirlo de manera contundente, están al servicio de quienes vivimos en Tlaxcala, deben pensar y actuar ética, responsable, honrada, legal, leal, imparcial y eficientemente para que todas las personas vivamos en contextos libres de violencia y de la delincuencia, donde podamos ejercer nuestros derechos y libertades en igualdad y justicia.
Es un grave error sostener y mantener a funcionarios que no conocen la geografía estatal y el entramado político local, pues su incapacidad debilita la gobernabilidad al no atender de manera precisa y oportuna los conflictos sociales que están minando a las autoridades municipales sin que se atienda la demanda ciudadana, se controle el conflicto y se brinden certezas para fortalecer el tejido social y construir cultura de paz.
Urge que las y los funcionarios públicos estatales y municipales atiendan el llamado (y sí, que se aprendan) del himno local: “hoy las armas que esgrimen nuestra lucha, son las armas de paz y de amistad” para que “¡sea en su gloria, guerreros tlaxcaltecas, nuestro esfuerzo, trabajo y nuestra fe¡”, urge que piensen, actúen y decidan por el Tlaxcala del hoy y del futuro; para eso hay que amar esta tierra y tener arraigo, y hay que tener la valentía de ser una ciudadanía exigente, participativa y crítica. Merecemos un mejor Tlaxcala y mejores autoridades.