Sin precisar números, el Instituto Tlaxcalteca para la Educación de los Adultos (ITEA) consideró que será difícil lograr una meta de entrega de certificados de enseñanza básica planteada para el presente año debido a la pandemia de Covid-19 que afecta a la entidad.
Aunado a la contingencia sanitaria que obliga a la sana distancia, el área de Comunicación Social del instituto señaló que otro obstáculo para lograr el objetivo anual en el combate del rezago educativo en la entidad, es el recorte presupuestal que decretó el gobierno federal en el presente ejercicio fiscal en diversos programas de educación.
Recordó que en 2018 el ITEA logró la entrega de 14 mil certificados de primaria y secundaria a igual número de personas adultas, mientras que el año pasado fueron 7 mil; sin embargo, para este 2020, el instituto proyecta que disminuirá sustancialmente la cantidad de documentos a entregar por la pandemia de Covid-19 y por el recorte presupuestal.
Explicó que una de las razones por las que no se ha definido la meta de este año, es que todavía se desconoce una fecha para que puedan realizarse actividades presenciales, pues el programa del ITEA consiste en brindar asesorías directas a los educandos, que en su mayoría rebasan los 60 años de edad y son más vulnerables a un contagio del nuevo coronavirus.
Esto implica que los asesores busquen alternativas para atender a sus alumnos sin que pongan en riesgo la salud de ambos; de hecho, informó que “no todos los compañeros están laborando por la misma situación, algunos lo están haciendo con las personas que tienen sus módulos o libros en casa, se comunican con los asesores o hacen citas programadas y trabajan con las respectivas medidas de cuidado”.
Recordó que la forma de atención general era a través de círculos de estudio que se realizaban ya sea en los hogares de los asesores, en espacios facilitados por las presidencias municipales o de comunidad o en área del mismo ITEA, “porque no es un sistema escolarizado, sino un sistema abierto”.
Ahora, “el trabajo depende de los asesores, cómo se organizan con los educandos para llevar a cabo sus programas y asesorías. Tal vez no haga falta tanto la presencia del asesor, pero cuando son adultos mayores que tienen más problemas con la tecnología, pues necesitan que alguien les ayude y el asesor tiene que elegir la forma de trabajo para cubrir las necesidades básicas de los educandos”.
De acuerdo con el área de Comunicación Social, pese a la pandemia debe continuar la labor contra el rezago educativo, aunque “no sabemos cuándo es el regreso, cuando la SEP indique que las clases sean presenciales, tenemos que evaluar la situación y trabajar con las medidas necesarias, cada asesor debe valorar las herramientas que tienen y el número de educandos que atiende para ir organizando su trabajo”.