En la recta final de su curso de verano, la Secretaría de Educación Pública del Estado y la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (SEPE–USET) concluyen una iniciativa enfocada en el cuidado, formación y recreación de los hijos de trabajadores administrativos, combinando el juego con el aprendizaje significativo.
Alma Rosa Sampedro Reyes, directora de Educación Básica en de la SEPE–USET, explicó que el objetivo principal es “atender a nuestros niños y niñas, hijos de los compañeros que laboran en oficinas centrales, mientras ellos continúan con sus tareas administrativas”.
El curso va más allá de ser un espacio recreativo: es una herramienta para reforzar aprendizajes escolares a través de actividades lúdicas y formativas. “Estamos conjugando los cuatro campos formativos, los siete ejes articuladores y, algo muy importante, promoviendo la cultura de paz”, señaló la funcionaria.
Durante las dos semanas de duración del programa, 115 niñas y niños de entre 4 y 13 años de edad han participado en actividades como rallys, trabajo colaborativo, educación ambiental y talleres de lengua de señas mexicanas.
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Uno de los momentos destacados fue el día dedicado al medio ambiente, guiado por la jefa del Departamento de Educación Ambiental, Inés Cabrera. “Les explicó cómo se siembra, cómo cuidamos una planta y después los llevó al invernadero. Ahí cosecharon y prepararon su propia ensalada con frutas y semillas”, relató Sampedro Reyes.
El curso también ha incorporado temas sociales relevantes. “Hoy estamos trabajando lengua de señas mexicanas para sensibilizar sobre la importancia de la comunicación inclusiva”, comentó. Además, se han abordado temas de violencia de género mediante dinámicas adaptadas a cada grupo de edad.
Las actividades han sido cuidadosamente diseñadas para realizarse dentro de las instalaciones de la SEPE–USET. “Queremos que estén seguros, y por eso todas las dinámicas suceden aquí, en un espacio amplio y controlado”, explicó la directora.
El equipo a cargo incluye a 25 monitores que supervisan y guían a los menores durante todas las actividades, reforzando así la atención personalizada y el acompañamiento constante.
El curso también ha sido una forma de dar continuidad al trabajo de los docentes durante el receso escolar. “Estamos fortaleciendo los temas que se trabajan en las aulas, para que no se vea interrumpido ese proceso formativo”, subrayó la funcionaria.
Además del enfoque pedagógico, el programa ha contado con la participación del Programa Nacional de Inglés, que organizó actividades temáticas sobre las siete maravillas del mundo, con estaciones interactivas para aprender y practicar el idioma.
Sampedro Reyes destacó que más allá de los aprendizajes académicos, el enfoque humano es el motor de todo el curso. “De verdad, créame que las actividades están diseñadas con el corazón para atender, cuidar y, algo muy importante, hacer felices a nuestras niñas y niños”, concluyó.
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