Saulo Blanco, conocido por su trabajo en fotografía contemporánea y video, ha traído una perspectiva única a su exposición, inspirada en su experiencia reciente en la Galería del Agua. Durante dos semanas, Blanco trabajó en estrecha colaboración con los curadores Guillermo Serrano y Carlos Espíndola, para desarrollar una serie de obras que reflejan su exploración personal del entorno y la cultura local.
La exposición se titula “Nunca había visto un nahual”, una referencia a los encuentros de Blanco con figuras míticas durante su estancia en la galería. Blanco explica que su interés por los nahuales surgió de una experiencia personal y de su observación de la vida cotidiana en el pueblo de Atltzayanca, donde se ubica la galería, pues se sintió influenciado por las dinámicas de la zona y las historias locales.
Entre las piezas destacadas se encuentra “Memorias de los Años”, una serie de trabajos que combina líneas de colores y horizontales para representar la memoria colectiva y los sueños del pueblo. Otra pieza significativa es “Atizapán”, que presenta mapas en forma de altares y explora las diferencias y similitudes entre diversos lugares contaminados y sus impactos en el entorno.
Blanco describe su proceso creativo como una mezcla de exploración y reflexión, donde el video y la fotografía juegan un papel crucial. Durante su residencia, se dedicó a recorrer el pueblo, observando detalles y recopilando material que luego integró en sus piezas. La colaboración con curadores y el entorno de la Galería del Agua, y Rafael Cázares, quien la dirige, proporcionaron una plataforma para experimentar y desarrollar su visión artística.
El artista, originario de la Ciudad de México, y quien radica en Atizapán de Zaragoza, destaca que esta exposición marca un punto de inflexión en su carrera, ya que ha tenido la oportunidad de trabajar en un contexto diferente al urbano en el que solía desenvolverse. La experiencia en la Galería del Agua le ha permitido explorar temas locales y expandir su enfoque artístico, integrando nuevas perspectivas y técnicas en su trabajo, como lo es el vidrio; especialidad del maestro Cázares.
“Nunca había visto un nahual” no solo ofrece una inmersión en la riqueza cultural y mítica, sino que también refleja el viaje personal y creativo de Saulo Blanco. La exposición invita a los visitantes a reflexionar sobre las intersecciones entre lo urbano y lo rural, lo real y lo simbólico, en un diálogo continuo con el entorno y la tradición.
La exposición estará abierta al público en la Galería del Agua hasta el 10 de septiembre.