Nervioso y urgido han visto al representante de la franquicia del PAN, José Gilberto Temoltzin Martínez, a quien frenaron en su intento por mostrar una posible alianza de cara a la sucesión gubernamental del próximo año.
El empresario quiere dar a conocer a sus posibles aliados, marcar agenda y presionar a los indecisos de esta causa que pretende hacer frente a Morena en la próxima contienda. Sin embargo, el nerviosismo panista se resiste incluir al PRI.
Por ello, propuso e insiste en salir a los medios de comunicación para presentar en sociedad esta nueva alianza. Sin embargo, sus posibles socios no quisieron caer en los nervios panistas; consideran que no están “todos los que deben ser” para asegurar el triunfo.
Ese fue el principal objetivo que dejó ver en un cónclave que sostuvieron los dirigentes de los cuatro partidos que participaron en la coalición Por Tlaxcala al Frente, esa que integraron PAN, PRD, PAC y Movimiento Ciudadano en los comicios federales de 2018.
Reunidos en el feudo de los hermanos Ortiz, allá en la finca de Ocotlán, quien administra a Acción Nacional pidió definiciones ya para competir aliados. Incluso, les propuso convocar a una rueda de prensa para mostrar su alianza y convocar a otros a sumarse a la misma.
Quiere tener el control de la alianza, pero no lo dejaron.
Si bien Serafín Ortiz, quien también administra al PAC, habría aceptado salir ya a la campaña mediática, los otros dos dirigentes, Julio César Pérez González y Refugio Rivas, representantes del PRD y Movimiento Ciudadano, respectivamente, tranquilizaron los nervios panistas.
Los argumentos que dieron es que no se han agotado las negociaciones con otros partidos, incluido el PRI, ni tampoco hay un programa de acción y función electoral y mucho menos proyecto de alianza. Además, reiteró Refugio Rivas, que la decisión de su partido es ir solos, sin aliados, en todas las contiendas del próximo año.
Los nervios del panista no son buenos consejeros, pues algunos de sus aliados están más cerca de concretar la añorada alianza pero con el PRI y en una de esas, el PAN se queda solo y su alma, porque la soberbia y la arrogancia en política son un lastre que termina por arrastrar a los representados.