Uno de los problemas que se enfrenta en el campo de la evaluación educativa es la necesidad de colocar números, ya que de no hacerlo para los docentes no es evaluación; ante este panorama se esbozó en el plan de estudios 2022 la importancia de recuperar la dimensión pedagógico didáctica del trabajo docente, con el fin de lograr transmitir con claridad el significado de la dimensión didáctica que consiste en la disciplina del maestro, afirmó Ángel Díaz Barriga.
Como parte de las actividades del Taller Mixto de Evaluación Formativa Nuevas Miradas para Evaluar el Aprendizaje, Ángel Díaz, quien es coordinador del Centro de Investigación Educativa (CIE) de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) e investigador emérito del Instituto de Investigación sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dictó la conferencia “Pensar desde la didáctica la evaluación formativa”, en el Centro Cultural Universitario de la UATx.
Abundó que desde el pensamiento francófono se busca reconstruir los conceptos de evaluación general y evaluación formativa, que se distingue por articular acciones con el pensamiento didáctico, el cual busca acompañar el proceso de aprendizaje de los alumnos y no cualificar, hecho que implica que los estudiantes desarrollen mecanismos de coevaluación.
El investigador emérito asentó que de la evaluación formativa se desprenden dos momentos: uno que nace de la reflexión del alumno sobre su trabajo en el aprendizaje y, el otro, en lograr que el estudiante asuma su responsabilidad en su preparación educativa para que el docente, desde su perspectiva, replantee el trabajo grupal.
Más adelante, expuso que las funciones formativas van encaminadas a lograr que los alumnos de forma individual y en grupos pequeños empiecen a responsabilizarse de su aprendizaje, de ahí que la clave es lograr que la evaluación fluya y despierte entusiasmo por las actividades que realizan. Es aquí, reiteró Díaz Barriga, donde la retroalimentación juega un papel importante, no para señalar errores sino para acompañar el proceso de aprendizaje.
Por parte, Mariela Jiménez Vázquez, secretaria Académica del CIE, manifestó que esta charla surgió de la necesidad de hablar de la evaluación formativa, en virtud que es un concepto que nuevamente se retoma en la preparación básica para tratar de transformar la enseñanza en las aulas, y forma parte del Taller Mixto de Evaluación Formativa en el que participan alrededor de 450 docentes de educación básica.
Esta ponencia fue moderada por Alma Rosa Sampedro Reyes, directora de Educación Básica de la SEPE–USET, y se realizó en el marco de la Estrategia Nacional de Formación Continua 2024 para la Nueva Escuela Mexicana; estuvo organizada por la Secretaría de Educación Pública, la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala, el programa de Formación Continua para Docentes y Directivos del Estado de Tlaxcala, con la colaboración de la Secretaría de Investigación Científica y Posgrado de la UATx.