Inseguridad, alimentación de baja calidad y pérdida de valores, son tres aspectos en los que se debe poner mayor atención en la niñez de Santa Justina Ecatepec, a fin de prevenir problemas en este sector, aseveró Antelma Rosas Martínez, presidenta de esta comunidad perteneciente al municipio de Ixtacuixtla.
Preocupada por estos temas, resaltó que la fortaleza de las formas de organización que se conservan en las 94 comunidades nahuas y equiparables del estado de Tlaxcala que se rigen por sistemas normativos propios, permiten fomentar y salvaguardar los derechos de las infancias.
Comentó que la autoridad comunitaria, encabezada por la presidenta o el presidente, debe convocar a asambleas generales para nombrar a diversas comisiones y comités que atenderán asuntos específicos.
En el caso de Santa Justina Ecatepec, la Comisión de Arte y Cultura, presidida por Catalina Méndez Piedras, es la encargada de organizar eventos socio-culturales, dijo Rosas Martínez, quien el pasado 4 de enero de este año asumió el cargo y se convirtió en la primera mujer en ostentar este cargo en su localidad.
Expuso que desde el Día de Reyes, dicha comisión y la presidencia de comunidad gestionaron apoyo para la distribución de entre 700 y 750 juguetes y regalos para niñas y niños, en un evento realizado especialmente para ellas y ellos.
También, el pasado 28 de marzo convocó a las infancias a participar en un concurso de papalotes, para lo cual solicitó apoyo de tiendas y de la ciudadanía en general para entregarles obsequios, a fin de estimular con un premio a los primeros cuatro lugares.
Anotó que este fue un evento significativo, ya que permitió a las niñas y niños participar en una actividad de esparcimiento, pues volaron sus papalotes en una zona boscosa.
Para el festejo del Día del Niño y la Niña, esta Comisión de Arte y Cultura, en coordinación con la presidencia y vecinos, solicitó la donación de juguetes a negocios de la localidad, a la presidencia municipal y al Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif) que sí apoyó con 50 piezas, indicó.
Añadió que en la celebración hubo juegos y refrigerios, como una forma de despertar la curiosidad de la niñez de este lugar y fomentar un ambiente de convivencia entre ella, sus padres y las autoridades.
La presidenta enfatizó que es importante escuchar y atender a las niñas y niños de Santa Justina para conocer sus inquietudes, incluso, afirmó que hace poco tiempo recibió a un grupo de estudiantes de primaria que le entregó una lista de peticiones.
Por eso, recalcó que la organización comunitaria “permite propiciar los derechos de la niñez. Hay más convivencia por sistemas normativos propios, hablamos de los niños, los adultos, los jóvenes, se abre más el abanico para realizar diferentes estrategias, eventos que pueden llevarse a cabo. Las mismas personas se sienten motivadas, con más confianza” para participar en las actividades y aportar ideas para trabajar en libertad, opinar e implementar estrategias.
Puntualizó que uno de los temas que más le preocupan sobre el futuro de la niñez, es la inseguridad, pues “anteriormente, yo recuerdo, tiene mucho tiempo, nosotros íbamos a la escuela libremente; sin embargo, en la actualidad, los padres de familia tienen que llevar a sus hijos a la escuela e ir por ellos porque ya no somos libres, nuestros niños no son libres.”
Afirmó que la comandancia de este lugar trabaja para cuidar a la comunidad y está integrada por 10 personas que fueron nombradas en Asamblea General Comunitaria.
“Dan rondines cada ocho días, asisten a los eventos socio-culturales y reuniones donde la autoridad requiere de su presencia, y diariamente están en la presidencia para estar pendientes de cualquier llamado por problemas; no reciben ningún sueldo, pero se organizan para acudir” a prestar auxilio, por lo que con estas funciones se propicia un ambiente de tranquilidad.
Otro tema fundamental para el caso de las y los infantes, es el de la alimentación porque “tanto mamá como papá ya trabajan, y ya no tienen tiempo para estar con sus hijos y darles de comer frijolitos, tortillas, algo que les nutra. Ya no están bien alimentados”, pero ambos, padres e hijos, deben ser más responsables en lo que consumen.
Realzó que esa responsabilidad también debe reflejarse en el uso adecuado del dinero de las becas sociales que entrega el gobierno, para que sea destinado en materiales que piden los maestros; además de que los padres de familia apoyen en las tareas escolares.
“Como autoridad, a mí sí me preocupa la pérdida de los valores, por ejemplo, que no se dé el saludo y no haya respeto hacia los mayores, hacia sus familiares y sus padres”, por el contrario, deben fomentarse para que en un futuro cercano haya buenos ciudadanos, finalizó.
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