El arzobispo metropolitano de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa lamentó las situaciones difíciles de violencia, inseguridad y corrupción que padece el país y reveló que sacerdotes de ese estado han sido amenazados por personas que se dedican al robo de combustible.
El prelado estuvo en Tlaxcala para oficiar la misa de jueves santo, ante la ausencia de obispo en la diócesis tlaxcalteca. En entrevista, subrayó la necesidad de que todos los mexicanos trabajen de forma conjunta con la finalidad de construir un México más tranquilo y sin tanta violencia.
Señaló que el papel de la iglesia es invitar a todos a caminar siempre juntos, buscando el progreso, el bienestar, pero sobre todo ser sensibles con los hermanos más necesitados, “que son los que sufren la pobreza, la corrupción y la violencia”.
Previamente, en el mensaje que ofreció a los feligreses que acudieron a la homilía, Sánchez Espinosa expuso que la violencia y la inseguridad tienen su origen en la ambición desmedida de riqueza y de poder, mientras que la corrupción la cometen “tantos y tantos deshonestos” que roban el dinero destinado a aliviar la pobreza y las necesidades básicas del pueblo mexicano.
En todos los casos, sostuvo que violencia, inseguridad y corrupción provocan la muerte de miles de víctimas, lo que es un reflejo del menosprecio que tienen sus ejecutores por la dignidad de la vida y de las personas.
“Estamos viviendo situaciones muy difíciles de inseguridad, de corrupción, de violencia. Creo que por todas partes esto se está extendiendo y como iglesia tratamos de invitar a que trabajemos todos por lograr un México más tranquilo, en este caso, una Tlaxcala más tranquila, más en paz y caminando siempre juntos, buscando el progreso, el bienestar, sobre todo sensibles a nuestros hermanos más necesitados, que son los que sufren la pobreza, la corrupción y la violencia”, indicó.
Invitó a los fieles a vivir en paz y a trabajar todos por construir la paz. “Todos tenemos que trabajar, instituciones, el gobierno, la iglesia, los ciudadanos para que tengamos un México más tranquilo, menos violento”.
Sánchez Espinosa observó que ahora ya nadie se salva de la violencia y de la inseguridad, pues reveló que sacerdotes de su arquidiócesis han sido amenazados por personas dedicadas al robo de combustible y a pesar de ello se mantienen en sus iglesias.
“Nosotros estamos en zonas difíciles, pongo de ejemplo a mis sacerdotes que están por el rumbo de Tepeaca, Acatzingo, Quecholac, Palmarito, donde hay una situación de violencia por el robo de combustible tremenda y, sin embargo, mis sacerdotes ahí están, mientras que los profesores han pedido cambios (de centro de trabajo), mis sacerdotes ahí siguen”.
En estos casos, expuso que lo que menos pueden hacer los obispos es estar cercanos a ellos, “nuestro compromiso es acompañarlos a ellos y a sus comunidades”.
No descartó la posibilidad de que sacerdotes de otros estados, incluido Tlaxcala, también se encuentren en esta situación, pues “en algunos lugares se está dando, por ejemplo, poquito más delante de mi arquidiócesis, ya en Palmar de Bravo, que ya es diócesis de Tehuacán, sí hay sacerdotes amenazados, sin duda hay peligros tanto para nosotros los sacerdotes como para ustedes los periodistas, pero ahí tenemos que estar en nuestras actividades y compromiso, lo que digo siempre, nos encomendamos a dios y a seguir adelante”.
Antes, durante la misa de jueves santo, el arzobispo de Puebla se refirió a la violencia y corrupción que está sufriendo el pueblo de México provocada por la ambición desmedida de riqueza y de poder.
“México está sufriendo la violencia, está sufriendo la esclavitud del crimen, son miles y miles de personas las que mueren en medio de la violencia diabólica, tantas familias destrozadas, tanto dolor sin consuelo, tanto menosprecio de la dignidad de la vida, menosprecio de la dignidad de la persona”.
Todo esto, abundó, a causa de una ambición desmedida de riqueza y de poder, falsos ídolos que no dan lo que prometen, sino que quitan la vida a sus adoradores.
“México, además sufre otras esclavitudes, la corrupción, por ejemplo, que es la más escandalosa. Tantos y tantos deshonestos que parecen olvidar que el dinero que nutre sus excesos ha sido robado a los pobres, es un pecado y no tiene perdón si no se repara el daño, si no se devuelve el dinero, cuyo fin público es aliviar la pobreza, la enfermedad y las necesidades básicas de nuestros hermanos más débiles”.
La violencia provoca miles de muertes
Refirió que ya el papa Francisco ha repetido que la corrupción no es compatible con la fe cristiana.
Durante la misa, Sánchez Espinosa atestiguó el refrendo de los compromisos sacerdotales de alrededor de 150 curas de las 76 parroquias de la entidad, a quienes pidió llevar a los pobres el mensaje de salvación, ser ministros de paz, de perdón y de misericordia.
Asimismo, tuvo palabras para los cristianos de Siria y Egipto. “Prácticamente todos los días nos estamos enterando del martirio de muchos cristianos cuyo único delito es creer en Jesús y no renegar de él”, dijo.
En la entrevista, dijo que posiblemente en el mes de octubre próximo se realice la canonización de los tres niños mártires de Tlaxcala, mientras que el nombramiento del obispo puede ser previo a esa fecha.