Sin concluir todavía el proceso electoral local y federal, aún hay actores que no dejan de mover sus piezas para lograr un reacomodo en el imaginario político o gubernamental y otros para no dejar el espacio que tienen.
La renovación o designación de dos consejerías en el ITE y de una magistratura en el TET han puesto inquietos a varios que ahora con el nuevo escenario electoral nacional, sueñan y reclamarán un espacio que “ya les toca” o piensan que por fin les hará justicia la revolución.
Y como dice el refrán, al árbol solo se le va a ver si tiene frutos, los suspirantes ya le prendieron su veladora a san Andrés Manuel López Obrador y empezaron a arrimarse a las huestes de Morena para lograr su respaldo en el Senado para lograr la nominación de magistrado electoral por siete años.
Uno de ellos es el magistrado Hugo Morales Alanís, quien anda movido para que antes de noviembre tenga los consensos a fin de mantener su posición en el TET. Le apuesta a la relación que ha mantenido con la izquierda de Tlaxcala en las últimas décadas.
Confía en el respaldo de las senadoras electas por Tlaxcala, Ana Lilia Rivera de Morena y Minerva Hernández Ramos del PAN–PRD, con quienes de alguna manera ha tenido alguna relación, en especial con la segunda, de quien fue compañero en el gabinete de Alfonso Sánchez Anaya, pues ambos fueron empleados de éste.
La legislación permite esta continuidad, porque la norma interna del TET establece que los magistrados tienen derecho a la ratificación, previa evaluación que haga el Senado, si así lo considera conforme a sus atribuciones, salvaguardando en los procesos, los principios de excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo, acceso a la información, publicidad, equidad e independencia del Tribunal.
En el caso de los nombres de quienes buscarán cubrir las dos vacantes que se generarán en el ITE a partir de septiembre, seguramente serán diversos, ya que son para siete años esas nominaciones.
Nos guste o no, es el INE y los consejeros nacionales los que llevan mano, aunque el vocal Ejecutivo de Tlaxcala, Jesús Lule Ortega querrá emular a su antecesor, Marco Rodríguez del Castillo, quien logró imponer a su gente como funcionarios electorales locales.