Los planes de desarrollo institucional de la Universidad Autónoma de Tlaxcala entre 2006 y 2022 redefinen varias veces sus misiones y visiones institucionales, con lo que revela tanto consistencias como adaptaciones significativas en su orientación estratégica.
En los planes 2006–2010 y 2011–2017, la visión institucional se centra en consolidar la universidad como un referente en la región, al destacar la calidad académica y la vinculación con la comunidad. Estos objetivos reflejan un enfoque de impacto local y de desarrollo de competencias para responder a necesidades específicas de Tlaxcala, aunque desde una perspectiva convencional en el contexto de la educación superior mexicana.
Con el tiempo, la visión institucional evoluciona hacia una perspectiva global más amplia. En el periodo 2018–2022, la UATx adopta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), enfatiza la sostenibilidad, la equidad de género y la inclusión, un cambio que busca alinear la universidad con las demandas internacionales de responsabilidad social y sustentabilidad.
Esta ambiciosa transformación plantea desafíos considerables para armonizar las visiones de impacto global con los limitados recursos locales de la institución. Además, la reciente propuesta de “mejoramiento acelerado” en el PIMA 2022–2026 introduce una misión de transformación rápida y modernización organizacional, aunque esta visión pragmática contrasta con el enfoque profundamente humanista de su modelo educativo y de los planes anteriores
Modelos Educativos: Competencias vs. Capacidades
Uno de los aspectos más distintivos en los planes de desarrollo de la UATx es la adopción de modelos educativos humanistas, que la universidad implementa en dos versiones: el Modelo Humanista Integrador basado en Competencias (MHIC1) y el Modelo Humanista Integrador basado en Capacidades (MHIC2).
En el plan 2011–2017, el MHIC1 enfatiza las competencias como el eje central del aprendizaje, entendidas como habilidades prácticas y conocimientos necesarios para el éxito laboral y social. Este modelo pretende integrar valores humanistas y habilidades técnicas, formando profesionistas competentes en un sentido técnico y ético. La crítica a este enfoque radica en que el modelo de competencias suele limitar la formación a habilidades específicas, dejando de lado habilidades más amplias de análisis crítico y adaptabilidad.
Por ello, en el plan 2018–2022, la UATx introduce el modelo basado en capacidades, que representa una visión más holística y ambiciosa de la educación humanista. Este segundo modelo amplía el enfoque hacia la formación de capacidades intelectuales y éticas, busca que los estudiantes no solo desarrollen habilidades prácticas, sino también la capacidad de analizar, comprender y proponer soluciones para los problemas sociales del entorno.
Esta transición es significativa, pero la implementación de este enfoque más complejo exige recursos y tiempo de adaptación que, en la práctica, han generado desafíos para la academia. La coexistencia y, en cierta medida, la superposición de ambos modelos genera confusión y obstaculiza la consolidación de un modelo único.
Crecimiento académico y ampliación de la matrícula
El crecimiento académico es un objetivo constante en los planes de desarrollo institucional de la UATx, destacándose principalmente en la ampliación de programas educativos y en el incremento de la matrícula. Desde el periodo 2006–2010, la universidad busca aumentar su oferta académica para cubrir las demandas de la región y ofrecer una educación accesible a un número creciente de estudiantes.
Este proceso implica la creación de nuevas licenciaturas, maestrías y programas de especialización en áreas estratégicas como las ciencias sociales, biológicas, y de la salud, logrando una expansión significativa que responde a la demanda laboral y profesional de la región
Sin embargo, esta expansión provoca tensiones en la calidad académica y en los recursos administrativos y académicos. La falta de una infraestructura proporcional al aumento de matrícula es una preocupación constante, pues la rápida expansión no siempre es acompañada de mejoras equivalentes en las instalaciones o en el número de académicos capacitados.
Además, el plan 2018–2022 busca alinear la oferta académica con la sostenibilidad y la internacionalización, facilitando la movilidad académica y los intercambios internacionales. Esta apuesta por la internacionalización representa un avance, aunque también se enfrenta a la dificultad de recursos económicos y a la infraestructura limitada de la UATx, lo cual restringe su efectividad
Intenciones de continuidad
A pesar de las intenciones de continuidad, existen claras discontinuidades entre los planes de desarrollo de la UATx, las cuales reflejan cambios en las prioridades institucionales y en la interpretación de la misión universitaria. Un ejemplo de esto es el giro en la estrategia educativa, que pasa de un enfoque en competencias a un enfoque en capacidades, un cambio que, aunque bien intencionado, genera una falta de coherencia y consistencia en la identidad académica de la universidad. La implementación de un modelo educativo único que abarque las necesidades locales y globales sigue siendo un desafío pendiente.
Otra discontinuidad radica en el cambio de visión de una universidad de impacto regional a una de proyección internacional y sostenible en el plan 2018–2022. Esta transición, aunque positiva en el papel, enfrenta limitaciones prácticas debido a la falta de recursos suficientes para sostener los proyectos de internacionalización y sostenibilidad.
El PIMA 2022–2026 representa un viraje hacia un enfoque de mejoramiento acelerado y modernización, lo cual parece apartarse del enfoque humanista de los planes anteriores. Esta desconexión en el enfoque institucional puede interpretarse como una estrategia reactiva ante los problemas administrativos y de infraestructura.
20 años de evolución
Los planes de desarrollo institucional de la Universidad Autónoma de Tlaxcala entre 2006 y 2022 muestran una evolución en la misión, visión y estrategias de la institución, que reflejan tanto su adaptación a las demandas sociales y académicas, como los desafíos y contradicciones en su implementación.
La UATx ha logrado avances significativos en la ampliación de su oferta educativa y en la adopción de modelos educativos humanistas, aunque la falta de continuidad y coherencia en algunas estrategias ha generado tensiones que deben resolverse para consolidar una identidad y una misión claras.
El PIMA 2022–2026 introduce un cambio en la velocidad y pragmatismo de los objetivos, pero también plantea el riesgo de una desconexión con los valores humanistas que la universidad ha promovido históricamente. Para el futuro, la UATx enfrenta el desafío de balancear sus aspiraciones globales y su compromiso local, en un marco que permita la sostenibilidad de su crecimiento y la coherencia de su misión educativa.