Ahora como ciudadano y activista del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el ex gobernador de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya reaparece en el escenario político estatal para emprender una campaña en los 60 municipios y sus comunidades, similar a la de 1998, “con gasolina y saliva”.
Sostiene que no está en busca de un cargo público e insiste en que su labor en esta organización impulsada por Andrés Manuel López Obrador, parte de la imperiosa necesidad de transformar a México y de lograr un equilibrio en el ejercicio del poder.
Sin embargo, asienta que dependerá de la ciudadanía y de la presencia de Morena que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) “no se quede otros 70 años” en el mando.
La Jornada de Oriente le pregunta sobre el reposicionamiento del PRI como primera fuerza electoral en la entidad en los re-cientes comicios locales de 2013, organismo en el que militó 38 años, hasta 1998, cuando abanderado por una alianza de fuerzas de izquierda, encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ganó la gubernatura de Tlaxcala.
Pero el incondicional seguidor de López Obrador responde sobre los resultados obtenidos por el PRD y los lamenta, pues ahora esta fuerza política se ubica en el tercer lugar de la preferencia del electorado, a diferencia de los comicios federales de 2006 y 2012, en los que se ubicó a la cabeza en el estado.
Los atribuye a una mala operación, por privilegiar intereses personales y de grupo y por no trabajar en función de una causa común ni de principios.
“Los perredistas se deben percatar que se requiere una dirigencia comprometida, con convicción, principios y que trabaje no sólo aspirando al poder para disfrutarlo y enriquecerse”.
Sánchez Anaya, militante del PRD por alrededor de 13 años, asevera que la política se ha prostituido. “Se han adueñado del partido no los mejores. Hay muy buena base de izquierda, preparada, que realmente quiere la transformación del país, pero en general se requiere de otra dirigencia, si la hubiera conservaría la primera fuerza”.
Por estas razones, recuerda que renunció al PRD –apenas en septiembre de 2012–, “para trabajar por Morena”.
–¿Será difícil sacar al PRI de la Presidencia de la República y del gobierno estatal?
–En el PRI hay mucha experiencia de años en el poder. Estoy absolutamente seguro que va a hacer su mejor esfuerzo por conservarlo otros 70 años.
Aunque advierte que el Pacto por México es una forma de legitimación y fortalecimiento, tanto del PRI como del gobierno federal.
“Me parece que en este momento es un instrumento de manipulación porque podría haber 10 puntos, no 125, que interesen a los mexicanos, como los de salud, educación, vivienda, economía, seguridad, empleo, ecología y suficiencia alimentaria, y en los que acordaran todos los partidos políticos. Veo que no es así; de seguir así ya nadie va a creer en él”.
–¿Le ve larga vida?
–Hasta el momento como va no, creo que debería consolidarse, ser más puntual, más concreto y no estar condicionando.
Alfonso Sánchez Anaya refiere que hoy el país es diferente y resalta el hecho de que 16 millones de mexicanos hayan votado por Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2012, como una “opción distinta”.
“Existe la posibilidad de que en algún momento con la presencia de Morena y con la esperanza que esto representa para la gente, pues que no se quede el PRI otros 70 años. Pero depende de la ciudadanía y de que nosotros trabajemos intensamente para lograr la transformación de México y del estado”.
El ex gobernador apunta: “Hay dos factores, la presencia misma que obligue al equilibrio para que cualquier gobierno, de cualquier partido, no abuse del poder y haga un trabajo transparente y con rendición de cuentas, pues de ello se habla mucho en el discurso y lo otro es la posibilidad de acceder al poder”.
Alfonso Sánchez prefiere ser optimista y finca su entusiasmo en el interés que la ciudadanía tlaxcalteca ha mostrado por el cambio a través de las urnas.
“Prueba de ello es que en 2006 ganó Andrés Manuel López Obrador en Tlaxcala y de que el PRD triunfó en las senadurías y una diputación; además, el resultado se repitió en 2012. Eso es un hecho… no hemos logrado el triunfo federal, pero va-mos a seguir en la lucha”.
–¿Con Andrés Manuel López Obrador como candidato a la presidencia del país?
–No sé, te mentiría si Andrés Manuel será candidato nuevamente. Es un líder que ha trabajado mucho, honesto, que conoce am-pliamente la problemática del país y lucha por su transformación. En este momento es muy prematuro aseverarlo.
“Por lo pronto hay que trabajar en Morena, esperamos fortalecerlo y hacerlo partido”, añade. Actualmente se realiza un proceso de afiliación y en el caso de Tlaxcala ya suman 3 mil 800 personas empadronadas.
Sánchez Anaya dice que por primera vez en su vida política, en este proceso electoral de 2013 no tuvo actividad alguna, sin embargo, lo hará en lo subsecuente. “Además –indica–, va a ser como en mis campañas, con gasolina y saliva. Regresar a los municipios y a las comunidades a convencer a la gente”.
Prepara una movilización para el próximo 8 de septiembre en defensa del petróleo y la asamblea estatal de Morena para el 6 de octubre; deberá reunir a cuando menos 3 mil tlaxcaltecas, ya que para lograr el registro ante el Instituto Federal Electoral (IFE) se requieren 300 mil afiliados en el país.
“Esa es la lucha en este mo-mento. Sin olvidar los principios”, subraya.
–¿Usted será el líder estatal de Morena?–, se le pregunta.
–No necesariamente. Soy integrante del Consejo Consultivo Nacional y en términos reales un activista político.
Sánchez Anaya agradece a los tlaxcaltecas haberle dado “la oportunidad de servir” como diputado –entonces por el PRI–, gobernador y senador de la República por el PRD, así como en cargos dentro del servicio público federal y estatal.
“Muy agradecido y comprometido; plenamente convencido. Aunque quisiera ya no puedo ser gobernador; no estoy buscando un cargo, pero sí es una lucha en función de algo en lo que creo firmemente. Se requiere una fuer-za verdaderamente progresista, de izquierda, que genere equilibrio en el país”.
Sánchez Anaya expone su visión en torno al Tlaxcala actual, luego de ocho años de haber dejado el poder y cederlo a Héctor Ortiz Ortiz, ahora ex panista y líder moral del Partido Alianza Ciudadana (PAC).
“Lamento lo siguiente, después del gobierno de (Emilio) Sánchez Piedras, de Beatriz Paredes, de Toño (José Antonio) Álvarez Lima y tu servidor, se da continuidad. No llegó ningún gobernador a destrozar lo que había hecho el antecesor, que suele suceder a nivel nacional. Eso fue una muestra de madurez, no sólo de los gobernantes sino del pueblo de Tlaxcala.
“¿Yo qué quisiera ver para Tlaxcala?, pues eso, trabajo, independientemente del partido que gobierne; compromiso con la gente; el estado requiere de un gran esfuerzo, México no vive un momento fácil porque los problemas de Estados Unidos repercuten directamente aquí, pero eso no debe ser algo en lo que un gobernante se apoye para resignarse, por el contrario, es algo para luchar más intensamente”, abunda el ex mandatario.
Sobre el Consejo de ex Gobernadores anunciado por el priista Mariano González Zarur, mandatario estatal en turno, Sánchez Anaya dijo que en este órga-no aún no ha tenido un desempeño, pero que sí existe una relación con el titular del Poder Ejecutivo de Tlaxcala, a quien lo unen lazos de sangre.
“Hay algunos comentarios. En esto si te piden una opinión, uno la da con mucho gusto, pensando en Tlaxcala y hasta ahí. Uno también debe saber que el tiempo de uno como gobernador ya pasó y ahora soy ciudadano, soy un activista y soy de Morena”, puntualiza el ex priista y ex perredista.