Los compromisos son una costumbre que en México adopta la política en los últimos años. El establecimiento de compromisos para los primeros 100 días de gobierno. Esta práctica ya es común entre presidentes, gobernadores y presidentes municipales que buscan mostrar a la población sobre su capacidad de gestión.
La tradición de los 100 primeros días de gobierno tiene su origen en el plano internacional. Fue el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, quien en 1933 estableció este referente al implementar un conjunto de medidas para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión. Este enfoque rápidamente se convirtió en una medida de éxito político, y su influencia llegó a México décadas después.
Es en la década de los 90 cuando los políticos mexicanos adoptan este enfoque. Aunque no existe un claro consenso sobre el primer político que firmó compromisos específicos para los primeros 100 días. Se sabe que este estilo de gobierno ha sido recurrente desde los mandatos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox.
Posteriormente, en el ámbito local, algunos gobernadores y presidentes municipales comenzaron a firmar estos compromisos, incluso ante notario público. Sin embargo, el impacto real de estas firmas es cuestionable, ya que en muchos casos los compromisos no se cumplen o terminan siendo vagas intenciones.
Los compromisos de Claudia Sheinbaum
La actual presidenta de México presentó sus 100 compromisos que se enmarcan en esta tradición. Estos compromisos tocan diversas áreas que prometen transformación social, económica y política en México. Por campos temáticos, pueden agruparse en gobernanza y transparencia, política social, y, economía y desarrollo.
Gobernanza y transparencia
Gobierno cercano y sensible: Sheinbaum promete gobernar con un enfoque en el humanismo mexicano, un concepto que combina la tradición de los pueblos originarios con la historia de México.
Austeridad republicana: Mantener el enfoque austero del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, eliminando lujos y privilegios en el servicio público.
División entre poder político y económico: garantizar que el poder político no se subordine a intereses económicos o extranjeros.
Política social
Programas de bienestar: Continuar con la política social de López Obrador, garantizando pensiones para adultos mayores, becas para estudiantes y el programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
Fortalecimiento del sistema de salud: implementar un sistema de atención médica en casa para adultos mayores, con la contratación de más de 20 mil profesionales de la salud.
Reconocimiento a mujeres indígenas: Iniciar un programa de apoyo económico y de comercialización justo para las mujeres indígenas artesanas.
Economía y desarrollo
No más aumentos a combustibles: Al igual que López Obrador, Sheinbaum asegura que no habrá gasolinazos durante su administración.
Impulso a la economía digital: Promete la creación de un sistema de reducción y digitalización de trámites para facilitar la relación del gobierno con la ciudadanía.
Soberanía alimentaria: garantizar la autosuficiencia en la producción de maíz y frijol, dos productos esenciales en la canasta básica.
El cumplimiento de los gobiernos anteriores
Una vez presentados los compromisos, surge la gran pregunta: ¿qué tanto se cumplen estos compromisos en México? La experiencia nos muestra que el cumplimiento real de las promesas de los primeros 100 días suele ser dispar. Por ejemplo, en el caso de Andrés Manuel López Obrador, quien firmó una lista similar en 2018, se ha argumentado que, si bien ha cumplido con aspectos importantes como los programas de bienestar y la austeridad republicana, otras promesas, como la construcción de grandes infraestructuras o el fortalecimiento del sistema de salud, han quedado rezagadas.
Un estudio de México Evalúa analizó las promesas de campaña y los compromisos de los primeros 100 días de gobierno de diversos políticos, concluyendo que, en muchos casos, los compromisos firmados ante notario no pasan de ser un acto mediático. La realidad es que el aparato burocrático y las limitaciones presupuestales dificultan el cumplimiento al 100 por ciento de estas promesas.
Cumplimiento informado
Históricamente, las y los políticos que presentan estas listas de compromisos publican reportes parciales sobre lo cumplido, pero rara vez hay un seguimiento constante. Incluso, en algunos casos se perciben grandes brechas entre lo prometido y lo entregado. En el caso de López Obrador, aunque hay reportes regulares de avance en sus compromisos, algunos críticos señalan que ciertos proyectos se han aplazado o se encuentran incompletos, como en el caso de las refinerías o el Tren Maya.
Al revisar la lista de compromisos de Claudia Sheinbaum, existen áreas que históricamente han sido difíciles de cumplir, independientemente del político que los haya propuesto:
Transparencia y anticorrupción: Aunque Sheinbaum promete un gobierno honesto y sin corrupción, este tipo de compromisos siempre son complejos de cumplir en su totalidad debido a la naturaleza de la estructura política en México.
Soberanía energética: El fortalecimiento de Pemex y CFE ha sido una promesa repetida en múltiples gobiernos, pero la realidad de la competencia con empresas privadas y los problemas financieros de estas entidades han impedido que estas promesas se materialicen.
Reducción de la desigualdad social: El combate a la pobreza extrema y la mejora de la calidad de vida en las zonas rurales ha sido otro de los compromisos menos logrados en la historia reciente de México. Las limitaciones presupuestales y los problemas de infraestructura hacen que estos compromisos, si bien bienintencionados, se queden cortos.
¿Un futuro de cumplimiento o promesas vacías?
Los compromisos de los primeros 100 días de gobierno, si bien representan una manera concreta de establecer metas a corto plazo, también han sido criticados por ser más una herramienta de legitimación política que un verdadero reflejo de lo que se puede cumplir.
En el caso de Claudia Sheinbaum, la implementación efectiva de sus promesas dependerá no solo de la voluntad política, sino también de las circunstancias económicas, sociales y burocráticas que encuentre una vez que ha tomado posesión.