En estos tiempos de campañas electorales es preciso identificar a los perfiles que pueden significar y marcar la diferencia para dignificar el ejercicio del poder desde los puestos de representación popular. Hace un año se hacía historia y se daba testimonio de la capacidad negociadora de las mujeres que, en la diversidad ciudadana y de posiciones políticas, lograban la aprobación de la reforma constitucional de la #3de3VsViolencia, primero en la Cámara de Diputados (30 de marzo), posteriormente en la Cámara de Senadores (28 de abril), mandándose la minuta a los congresos estatales y logrando su publicación el 29 de mayo de 2023.
Esta reforma constitucional es trascendente porque busca cerrar la brecha de desigualdad que vulnera a las mujeres, niñas y niños por la presencia de violentadores, acosadores sexuales y deudores alimentarios en el poder político y público. A un año de distancia y en medio de este proceso electoral, en la aspiración de cerrar el paso a estos hijos del patriarcado, los partidos políticos y las candidatas y candidatos tienen la obligación de brindar certezas especialmente a quienes representamos más de la mitad del padrón electoral.
Es cierto, los mantos de impunidad y de protección a violentadores continúan siendo fuertes y seguramente se colarán muchos de estos impresentables como candidatos, tanto propietarios como suplentes, pero también debe ser contundente el repudio a todos ellos y dejar claro que quienes les proponen, apoyan y protegen, son cómplices de las violencias contra mujeres, niñas, niños y adolescentes.
El llamado es a la dignidad en los partidos políticos, para que candidatas y candidatos desarropen a quienes con sentencia o no son reconocidos como agresores; el llamado es a la dignidad porque estas personas no son ejemplo de ética, probidad, honestidad, inclusión y más bien su presencia demerita a quien les propone, los alienta y a quienes les levantan la mano y se sacan las fotos con ellos con actitudes complacientes. El llamado es darle dignidad a la contienda electoral y que esta se extienda en el ejercicio del cargo. Nuestra exigencia es cero impunidad y no más agresores en el poder.