Las remesas alcanzan cifras récord en los últimos tres años. En 2021, los tlaxcaltecas en el extranjero envían 317 millones de dólares; en 2022, la cifra sube a 383 millones y en 2023, alcanza los 414 millones. Sin embargo, en 2024 se registra una ligera contracción del 0,65 por ciento, con un total de 411 millones de dólares.
Estos datos del Banco de México evidencian una dura realidad. La economía de Tlaxcala depende cada vez más del dinero de quienes se han visto obligados a migrar. Este encuentro sostenido de las remesas no es un triunfo, sino un síntoma del proceso económico local.
¿Por qué miles de tlaxcaltecas abandonan su tierra? La falta de oportunidades laborales, los bajos salarios y la ausencia de inversión en sectores productivos convierten el envío de dólares en el único salvavidas de muchas familias. Mientras los gobiernos estatales se jactan de estos ingresos, evitan reconocer su incapacidad para generar empleos dignos y bien remunerados.
A pesar del flujo constante de dinero, no existen políticas eficaces para transformar estos recursos en inversión productiva. En lugar de impulsar programas para el desarrollo empresarial o mejorar la infraestructura, el gobierno sigue dependiendo del esfuerzo de los migrantes, sin ofrecerles alternativas para que permanezcan en su estado.
Tlaxcala debe aprovechar estas remesas para fortalecer su economía interna. Se requieren incentivos para emprendedores locales, atracción de inversión privada y capacitación laboral para los sectores estratégicos.
Si el gobierno sigue ignorando esta realidad, la migración continuará siendo la única opción para miles de tlaxcaltecas, perpetuando un modelo económico basado en el desarraigo y la dependencia externa.
Es hora de impulsar un modelo de desarrollo que garantice oportunidades en casa, antes de que más generaciones tengan que buscar en otro país lo que aquí se les han negado. Las cifras récord de las remesas.