La universidad como campus de Disneylandia es una analogía que se utiliza en la capacitación y actualización del personal académico. Lo que inicia con la frase motivadora: “Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”.
El modelo de negocios de Disney está basado en la interacción de las personas. Parte de principios como el entendimiento mutuo de los problemas y las necesidades del otro, el respeto mutuo y el trato como iguales.
La misión del parque de diversiones es “hacer a la gente feliz”, De ahí la importancia de las historias, el valor de la experiencia, la cultura del trabajo, pero sobre todo “ser ejemplo de felicidad”. Clientes autorrealizados lo son a través de trabajadores autorrealizados.
Los trabajadores de Disney no son empleados sino anfitriones. Eso ayuda para ubicarse en la manera de pensar y desempeñar una multiplicidad de papeles en el espectáculo.
Los actores se seleccionan a través de un amplio proceso. Una vez contratados participan de formación específica en la Universidad Disney. Porque todos y cada uno de los anfitriones deben conocer todas las respuestas o cómo obtenerlas de manera rápida. Solo los invitados tienen derecho a preguntar.
Aunque tienen misiones y procesos diferentes, hay que imaginarse a la universidad como un parque de Disneylandia. Una vez que el estudiante paga su boleto –sea por sus padres o por el gobierno– deben experimentar todo aquello que lo haga feliz.
Después de cuatro o cinco años, debe salir diciendo que era todo lo que esperaba. Que valió la pena el tiempo que estuvo ahí y se encuentra satisfecho con la atención recibida de anfitriones entusiastas, preparados y agradables.
La universidad no necesita maestros, ni investigadores, lo que requiere son motivadores. El modelo de referencia está en la película Soul
Para qué enseñar o aprender, si todo está en internet.