Beatriz Patraca
El escritor Joseph Roth nos narra en su novela La rebelión, la vida de Andreas Pum, un hombre común de la Viena de entreguerras que confía plenamente en que las instituciones reconocerán su valor como ciudadano. Él ha sido un soldado modélico que fue condecorado por una acción heroica en la que pierde una pierna. Sin pierna y con medalla, obtiene un permiso especial para tocar el cilindro que lo distingue de los mendigos y que lo lleva a creer que a pesar de su situación, tiene un honor especial, por eso desprecia a todos los lisiados de guerra que hablan mal del Estado, pues se siente muy aparte de la gente inconforme y revoltosa.
Pum sufre un incidente en un tranvía y a partir de ese momento se da cuenta de que para el Estado no es nadie especial, simplemente es otro marginal.
Lectura más que recomendable, esta novela nos lleva a pensar que además de la ingenuidad de Andreas, producto en parte de la ignorancia y en parte de la candidez; su soberbia lo hacía asimilarse a los poderosos y distanciarse del resto. Aferrado a pequeños detalles como una condecoración o un permiso para poder trabajar en las calles, el personaje se separa, aunque sea en su imaginación, de la masa crítica e inconforme.
Además del sentido literario de la obra que mezcla ficción con realidad de una forma magistral, que acierta con personajes bien trazados y que juega con las simpatías y antipatías del lector; la lectura desde el punto de visto social es insoslayable.
Roth retrata muy bien cómo el sistema social es capaz de justificar su ineptitud. La época, el lugar y la circunstancia se ven trascendidos por actitudes humanas y atemporales: la credibilidad de un rico o de un poderoso está por encima de la palabra de un pobre y así se ejerce, bajo el amparo del aparato burocrático, la justicia. Como dice el personaje en un discurso que ni siquiera tiene oportunidad de pronunciar “Soy víctima de las relaciones que ustedes mismos han creado. Condénenme”.
Vale mucho la pena esta novela. Esto es apenas una pincelada de lo que ofrece esta breve, pero intensa novela que desgrana las consecuencias de una posición acrítica y condescendiente. Aplicable a nuestro aquí y a nuestro ahora, sin duda.