Hacer frente al patriarcado, a los modelos y estereotipos, así como vencer los múltiples machismos, la misoginia y la violencia en razón de género, son algunos de los diversos diques que todavía tienen que enfrentar las mujeres para el ejercicio público y privado de alguna función, reconocieron titulares de diversos organismos autónomos de la entidad, quienes admitieron que muchas de las veces son ellas las que replican, en el ejercicio del poder, conductas y esquemas que afectan al sector femenino.
Ante ellas, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros reconoció que mucha de las veces, son las propias mujeres las que se obstaculizan y atacan entre sí para desempeñar o ejercer un cargo o función, pues no existe ni solidaridad ni apoyo para lograr mejores condiciones a favor de este sector de la población.
En el foro denominado “Encuentro de mujeres lideresas de organismos públicos de Tlaxcala”, las titulares y presidentas de órganos autónomos, poderes y legisladoras reconocieron que a pesar del avance para eliminar la discriminación y la violencia contra las mujeres, persisten ese tipo de conductas que dificultan el desempeño de sus respectivas funciones.
En el acto las presidentas del Poder Judicial, Mary Cruz Cortés Ornelas; del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), María Isabel Pérez González; del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), Claudia Salvador Ángel; del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), Elizabeth Piedras Martínez; del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (IAIP), Maribel Rodríguez Piedras; de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Jakqueline Ordoñez Brasdefer; la directora del Instituto Estatal de la Mujer (IEM), Margarita Cisneros Tzoni y la diputada Lorena Ruiz García, presentaron sus historia de vida y, todas, reconocieron que existen avances para terminar con la desigualdad, inequidad y el patriarcado.
La funcionaria Margarita Cisneros refirió que es necesario combatir las conductas y modelos propios del patriarcado que todavía existen en Tlaxcala y en México, así como los modelos educativos dirigidos con esa visión, ya que no existe una debida orientación vocacional para potencializar los perfiles y cualidades de las mujeres, pues éstas, por lo general, siguen siendo minimizadas por los varones.
Por su parte, la presidenta del Poder Judicial refirió que tanto su incursión como su crecimiento en el ámbito profesional y la vida pública no ha sido ni sencillo ni fácil, pues se ha tenido que sobreponer a la visión machista que minimiza los logros y pone en duda y a prueba la capacidad de las mujeres.
Recordó que desde que asumió, en su momento, el cargo de presidenta del extinto Instituto Electoral de Tlaxcala, con seis varones como consejeros y ella la única mujer, se enfrentó a actos que pudieran considerarse violencia política, pues “algunos me llegaron a decir que no tenía la capacidad para el cargo o que otros tenían más merecimientos que yo; me llegaron a responsabilizar de todo lo que pasaba en el organismo, solo por ser mujer”.
Abundó que enfrentarse al machismo y al patriarcado fue complicado, pero consideró que le ayudaron a forjar su carácter, porque “me hizo aprender, logré experiencia y fue motivo para seguir haciendo las cosas como se tienen que hacer y nunca despegarse de los principios que nos formaron”.
Por ello, Mary Cruz Cortés se pronunció porque en el ejercicio de cualquier cargo público, la mujer debe defender su capacidad y cualidades, y debe asumir el compromiso a favor del desarrollo del sector, y de los principios de transparencia, equidad e igualdad.
Por su parte, la presidenta de la CEDH relató su historia de vida, en la que admitió que hizo frente a diversos tipos de violencia, incluida la que vivió en el seno familiar, pero enfatizó que cuando existen convicciones, la mujer puede y debe sobreponerse a esos obstáculos.
En tanto, la presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa relató su desarrollo profesional en el que, a pesar de su origen humilde, pudo escalar diversas posiciones desde “abajo”, mientras que la titular del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, Maribel Rodríguez Piedras sostuvo que las mujeres que acceden a cualquier cargo siempre serán objeto de críticas y de minimizar sus cualidades, como en su caso, pues “han dicho que mi arribo a esta institución se debe a mi esposo”, Germán Mendoza Papalotzi, secretario del Consejo General del ITE.
A su vez, la presidenta del ITE reconoció que, desde la búsqueda de ese cargo y el ejercicio del mismo, se ha enfrentado a una oposición solo por el hecho de ser mujer y joven, aspectos que fueron usados para presionarla o poner en duda su capacidad en la organización de dos elecciones de gobernador, entre diversos procesos comiciales.
“Desde un principio encontré resistencias al interior respecto de mi designación, pero también al exterior. Actores políticos cuestionaron mi capacidad para la toma de decisiones e incluso para aguantar la presión por el hecho de ser joven y de ser mujer. Hubo voces que me pedían demostrar que era capaz de hacer las cosas, de tomar decisiones. Esto me llevó a una exigencia personal muy fuerte que saqué adelante estudiando y preparándome todos los días. Entonces me convertí en presidenta de tiempo completo”.
Contrario a lo que se diga, aseveró que el machismo y la misoginia han sido dos conductas a las que se ha tenido que enfrentar en su mandato, porque “te enfrentas a presiones políticas, amenazas, esto me llevo a afianzar mi carácter, a actuar con temple y ahora ya nada me sorprende, soy una mujer resiliente. Puedo dar testimonio de que este tipo de cargos es de resistencia, valentía y de mucha fortaleza. El machismo y la misoginia existen; comentarios duros, intentado descalificar y subestimar tu trabajo”.
Además, admitió que muchas de las veces la violencia no solo se da de parte de los hombres, sino que son las propias mujeres las que atacan y descalifican la labor de sus pares.
“También hay violencia de mujeres contra mujeres, me tocó vivirla”, enfatizó.
“Ser mujer en un espacio de poder y de toma de decisiones, sí implica un reto adicional porque el espacio está dominado por hombres, basado en expectativas sobre nosotras, y entonces se asocia lo masculino con la fuerza, la dureza, la racionalidad, el carácter, y lo femenino es lo opuesto, se relaciona con la debilidad, la emotividad, la suavidad y se cree que así es como nos comportamos. Por ello, una vez que accedes a un cargo, la exigencia para las mujeres es mayor, se espera mucho de nosotras y los errores se hacen más evidentes si nosotras los cometemos, y esto afecta a todos los espacios institucionales. Este cargo me ha permitido mostrar las capacidades femeninas, pero también las áreas de oportunidad, y lo que aún falta por hacer para afianzar el papel de las mujeres como tomadoras de decisiones”.
Por todo ello, Piedras Martínez consideró que es solo con el respaldo de las mujeres como, entre ellas, pueden seguir la lucha para terminar con la brecha que todavía existe entre ellas y hombres, ya que “una lideresa debe ser capaz de abrir espacio para que más mujeres quepan… Si las propias mujeres no asumimos este compromiso, nos habremos dejado absorber nuevamente por la estructura que nos limita y que al mismo tiempo tratamos de combatir. Tenemos, asimismo, una oportunidad invaluable de reflexión y de acción para frenar la reproducción de conductas machistas, discriminatorias y violentas entre nosotras mismas y producto de la estructura de la que provenimos”.
En tanto, la presidenta del TET y convocante a este encuentro, Claudia Salvador Ángel reconoció que la violencia de los hombres en contra de las mujeres persiste, de diversas formas, porque “esperan vernos equivocar, sin saber que nosotros las mujeres, mientras más nos tratan de acorralar en el trabajo, más y mejor los resultados damos, ya que la resistencia ante la adversidad es mucho mayor a la que algunos imaginan”.
Por su parte, la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, al clausurar este encuentro, reconoció que existen avances ante la lucha contra la adversidad generada por el hombre para frenar el desarrollo de la mujer.
Empero, tras referir que ella ha tenido que superar diversos obstáculos generados por el hombre, admitió que en muchas ocasiones son las propias mujeres las que atacan, descalifican y agreden a sus pares, solo porque éstas ejercer un cargo superior.
“Es increíble que entre mujeres es cuando más hay que competir, porque el golpeteo que recibes no viene de los hombres, pero sí muchos vienen de las propias mujeres y eso es increíble, cuando deberíamos de ser solidarias, apoyarnos, con respaldo y que lo que tiene una no ambicionarlo, sino darnos alegría que la compañera sí pudo llegar a algún puesto o a algún espacio, porque mientras más deseamos lo mejor para los demás, desde luego que eso nos va a llegar a nosotras”, refirió.