Eréndira Cova Brindis, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP) del estado, aseveró que la exigencia de una cultura de la transparencia debiera ser la meta de cualquier administración, para lograr una sociedad mejor y más informada, más exigente y más participativa.
En el contexto de la Jornada Regional de Transparencia Municipal de Ciudadanía Digital y Rendición de Cuentas, efectuada en un hotel de Atlihuetzía, recordó que al inicio de esta administración, recibió la instrucción de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros de subir los niveles de transparencia del gobierno estatal, de ser posible a 100 por ciento.
“Y hemos hecho un gran esfuerzo con las dependencias y entidades todos los compañeros que son titulares de las unidades de transparencia”, para tener cada día un mejor cumplimiento, dijo.
Acentuó que esta materia es necesaria para el ejercicio de la rendición de cuentas, “es decir, abrir las puertas del gobierno a la información, de una manera clara y confiable, para con ello permitir que los ciudadanos conozcan la ejecución y resultados de la actuación de la autoridad”.
Remarcó que tanto la transparencia como la rendición de cuentas deben ser los ejes fundamentales de toda acción política, toda vez que las decisiones que se toman, “forzosamente deben estar al alcance de ciudadanos de una manera accesible, clara y veraz”, lo cual favorece a la constante vigilancia de los recursos públicos y que estos se ejerzan con estricto apego a la ley.
Anotó que en el caso de los municipios, en la medida en la que sean transparentes y rindan cuentas sobre el gasto público, generarán mayor confianza entre la ciudadanía y esto, a su vez , genera un incentivo, por ejemplo para el pago de impuestos.
Asimismo, recalcó que la transparencia, frente a la idea de secreto y reserva, refuerza el carácter democrático de cualquier administración pública, ya que queda sujeta al control ciudadano.
Anotó que no simplemente por el hecho de que exista una ley que obligue, la exigencia de una cultura de la transparencia debiera ser la meta de cualquier administración, para lograr una sociedad mejor y más informada, más exigente y más participativa, “considerando así un verdadero gobierno abierto”.