Los resultados de las elecciones locales 2013 permiten construir escenarios en donde habrá de desarrollarse la lucha por el Poder Ejecutivo en 2016. Los nueve partidos políticos tendrán que organizarse en coaliciones como ha sido común desde 1998.
Ninguno de los partidos políticos puede, por sí sólo, ganar la elección por la gubernatura. De mantenerse la experiencia que han hecho el PAN y el PRD en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, es posible que vayan juntos en Tlaxcala. ¡El problema será definir al candidato o candidata!
En los dos partidos se encuentran liderazgos claramente definidos en la búsqueda de esa posición: en el PRD la senadora Lorena Cuéllar y en el PAN la senadora Adriana Dávila Fernández, quienes adelantan la posibilidad de un acuerdo.
El problema que enfrentan las dos precandidatas es que al no haber ganado ninguna de sus apuestas electorales, tienen frente a sí al presidente municipal electo de Tlaxcala, Adolfo Escobar Jardínez, que por ese simple hecho se convierte en el tercero en discordia.
Una alianza local que puede prescindir del PRD sería la que hicieran tres fuerzas locales: PAN, PAC y PS, en razón de la identidad que el edil electo de la capital mantiene con esos liderazgos, lo que les permitirá sumar el 35.16 por ciento de los votos.
Para tener posibilidades de volver a Palacio de Gobierno, el PRD tendría que convencer a toda la izquierda para ir unida, ya que solo así podría reunir al 35.19 por ciento de las preferencias si suma al PT, MC y al Socialista.
El mayor problema lo tendrá el PRI, pues aun manteniendo su alianza con el PVEM, no alcanzan más que el 29.05 por ciento, aunque en algunas entidades se ha dado el caso de que se sume el Panal, lo que incrementaría a 32.71 por ciento sus posibilidades.
Una pieza fundamental en la elección de 2016 será el candidato, en el PAN ya casi está resuelto, en el PRD depende de una coalición con el PAN y el único que tendrá que hacer una profunda búsqueda será el PRI, si no quiere que su competencia se vuelva simbólica.