Con la autoproclama de incorruptible y de ser la única en Tlaxcala que representa los verdaderos ideales de la Cuarta Transformación, la senadora Ana Lilia Rivera Rivera se encarta para el próximo proceso de sucesión gubernamental. Sin embargo, matiza que su postulación a la primera magistratura de la entidad dependerá de la voluntad popular: “estaré donde mi pueblo me quiera poner para que por primera vez gobierne la gente, no los grupos oligárquicos”.
Sin embargo, en entrevista con La Jornada de Oriente, admite que la tarea de ganar los comicios locales en 2021 no será sencilla, porque el gatopardismo y la traición persiste en los diputados locales del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en la dirección de este instituto político e incluso en la representación del gobierno federal, porque con sus acciones y sus ambiciones económicas y de poder “traicionan al pueblo y al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador”.
Además, advierte que en Tlaxcala el movimiento social que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República y que se aglutinó en Morena, está desmantelado y hasta infiltrado, “no hay partido” y todo porque en la coyuntura de los comicios de 2018, dejaron “entrar” a personajes que actúan y se conducen “como eran antes, no dejan de ser parte del viejo régimen”.
A unos días de cumplirse el primer año de mandato del presidente López Obrador, la ex diputada del PRD e hija del ex legislador del PVEM, Marcial Rivera, admite que todavía hay más pendientes que logros, pues 12 meses no son suficientes para abatir todos los flagelos heredados por gobiernos del PRI y PAN que tanto afectaron al pueblo; incluso, dice, Morena no ha sabido acompañar a su mandatario.
“El cambio de régimen no se logra en un año, un cambio de régimen lo vamos a lograr si somos constantes y no perdemos el rumbo, si no nos gana la coyuntura electoral, si no permitimos que en Morena se reproduzcan los vicios del viejo régimen, quizá en dos sexenios, tres sexenios, podremos estar entregándole a las nuevas generaciones un país distinto”, refiere.
Sentada en una silla de piel en un restaurante de la capital del estado, la ex candidata a diputada federal afirma que no ha sido posible lograr esa transformación prometida porque todavía “el viejo régimen” que gobernó el país manda en los estados y en los congresos locales, como es el caso de Tlaxcala.
“Hay un presidente legítimo y democrático, pero tenemos un régimen que todavía gobierna en las diputaciones locales, gubernaturas y presidencias municipales, entonces aunque ya ganamos un presidente, todavía nos falta ganar el poder en el país”, apunta la senadora.
Ello, afirma Ana Lilia Rivera, porque a pesar de que en Tlaxcala ganaron la mayoría de las diputaciones locales y federales, persisten conductas que atentan contra el proyecto de nación y todo porque en el pasado proceso comicial aceptaron como candidatos a personajes de otros partidos y sin compromiso con la propuesta de López Obrador.
“La coyuntura electoral de 2018 llevó a hacer acuerdos con grupos políticos, con organizaciones sociales que no estaban plenamente identificadas con el proyecto alternativo de nación que representa Morena y hoy ya como gobierno carecen de ideología, de formación política. La mayoría de los que hoy ocupan espacios en todos los congresos del país son personas que llegaron por la coyuntura, arrastrados por la fuerza de la presencia de Andrés Manuel y que al momento de convertirse en ejecutores de representación popular o de poder administrativo o de poder económico, reproducen los vicios de la formación política que traen”.
Es más, en el caso de Tlaxcala, no duda en aseverar que los diputados locales traicionan los ideales de Morena y del presidente de la República, porque “sí tú dices soy parte de un movimiento y no renuncio a los privilegios económicos, no eres parte del movimiento, eres parte del régimen y es traición, la sociedad demandará tu incongruencia y no le va a afectar al presidente y no le va a afectar al movimiento, ellos ya no van a poder aspirar a una nueva representación popular.
“De los 14 diputados que hoy representan la alianza de Juntos Haremos Historia en Tlaxcala (que ganaron el espacio de mayoría relativa), solamente una es fundadora de Morena, que es la diputada Lourdes Montiel de Papalotla, todos los demás llegaron de la coyuntura electoral, esa que nos hace daño”, recalca.
Pero esa misma “traición” al movimiento social del presidente López Obrador se replica en la representación del gobierno federal, dice, pero aunque prefiere omitir el nombre de la coordinadora de Programas Integrales de Desarrollo en la entidad, Lorena Cuéllar Cisneros, estima que las acciones de quien está “al frente” solo son para usar el cargo con fines personales y en sus aspiraciones gubernamentales, sin importar empoderar a la sociedad de Tlaxcala.
“Puedes tener en las delegaciones quienes creen que los programas sociales es un obsequio para tener empoderamiento social que te facilite llegar a cargos de elección popular en el proceso que viene, ese es el pensamiento del viejo régimen, es parte de la coyuntura electoral de 2018, siguen pensando igual de donde vienen”, critica.
Pero la problemática, en la visión de la senadora Ana Lilia Rivera, es más complicada cuando en Tlaxcala no hay partido con Morena, pues dicho instituto político, considera, está “desmantelado, infiltrado y corrompido”.
“No hay partido (Morena) en Tlaxcala, hay estructuras de partido abandonadas, estructuras de gente muy valiosa y muy valiente, (pero) está desencantada cuando mira que a quienes les dio el poder reproducen los vicios que criticaban, pero entonces todos los que estamos con el presidente realmente, a los que no nos importan los cargos, los que sí vemos la trascendencia histórica de lo que queremos para este país, tenemos que ir a refundarlo, a Morena en Tlaxcala y en México hay que refundarlo y hay que blindarlo de la corrupción que es muy difícil… el partido está inmóvil desde que ganamos las elecciones y está inmovilidad es lo peligroso”.
–Bajo este panorama, más que complicado, ¿cuál es el futuro de Morena en Tlaxcala de cara a los comicios de sucesión gubernamental?–, se le cuestiona.
–Tlaxcala sigue siendo un estado donde mejor posicionamiento sigue teniendo el licenciado Andrés Manuel, el movimiento, aunque en este momento está pasmado, detenido por sus conflictos internos, va a caminar… mientras Andrés siga al frente de este país vamos a seguir teniendo una posibilidad muy grande de ganar las elecciones en Tlaxcala con Morena, tendrán que unirse todos los partidos, incluyendo PRI y PAN, para hacer una real competencia, responde con seguridad.
–¿Y Ana Lilia Rivera podría ser quien encabece ese movimiento como candidata a la primera magistratura de Tlaxcala?–, se le cuestiona.
–Yo nunca he sido una mujer ambiciosa y de mi boca nunca han escuchado que quiero ser gobernadora, eso alguien lo ha dicho o en los medios lo han comentado, pero de mí nunca lo han escuchado. La aspiración primera es encabezar el movimiento y aunque han llegado muchos socios, yo soy quien encabeza el movimiento en el estado, nadie tiene la calidad moral, no de este momento, sino de siempre. Yo pongo mi vida transparente ante la gente, yo no soy una mujer corrupta, al contrario soy una mujer incorruptible, no soy una mujer mentirosa, soy honesta, formé este movimiento con sacrificio, con convicción, con formación, tengo formación ideológica y política, mi fortaleza es que no declino ante el poder ni ante el dinero.
“Yo voy a estar donde a mi presidente le haga falta y donde mi pueblo me quiera poner, no es donde yo quiera estar, es donde yo haga falta y si mi pueblo me pone, yo voy a estar donde mi pueblo me ponga, pero no me van a ver a mí yendo a los pueblos a utilizar mi encargo para decirle a la gente que yo quiero eso, la gente, el pueblo, tiene que reconocer si yo represento las aspiraciones de un gobierno honesto, de un gobierno con conocimientos, de un gobierno responsable, de un gobierno que cumpla la expectativa de que por primera vez en este estado gobierne la gente, no los grupos oligárquicos que nos han construido este escenario de atrás o que llevamos de un siglo, es increíble que en Tlaxcala solamente en 100 años al poder hayan accedido familias contaditas, pero eso no depende de mí, eso depende de la gente, yo donde estoy, estoy contenta”, asienta.