La construcción de una candidatura. Eso parece suceder con la designación y envío permanente de la representación del gobierno federal a Tlaxcala. La tarea siempre recae en la Secretaría de Turismo. La que antes que ser funcionaria es empresaria.
La llegada a turismo, estuvo precedida de una serie de deslices de comunicación. Desde el principio se quiso dejar ver que la decisión, no era un asunto local. Sino una imposición desde el padrinazgo federal cercano al sindicalismo morenista.
Luego vino la sorpresa. Porque dos actrices principales de la vida política esperaban ser llamadas al escenario nacional. Pero no ocurrió así y en su lugar, la secretaria de turismo local se convirtió en la protagonista principal.
Lo que algunos integrantes de la clase política local consideran como una cachetada con guante blanco se produce, cuando la representación para la inauguración de la feria recae en la exsubordinada del poder ejecutivo, encumbrada como funcionaria-empresaria federal.
Llama la atención que la representación del gobierno federal, vuelva a recaer en la misma funcionaria. Lo que se interpreta como una forma para consolidar una figura a deslizar del poder federal al local.
Esto modifica la interpretación que se ha dejado correr sobre la amalgama en que se ha convertido la comisión para la celebración de los 500 años. No se trata de agrupar toda la oposición interna de Morena con otra posible candidata de izquierda, sino con la empresaria.
El tercer informe realizado en el Centro Cultural Universitario, no el de la plaza, muestra que desde hoy Tlaxcala tiene formalmente tres aspirantes a la gubernatura del estado para suceder al primer gobierno de la transformación.
El mayor desafío es si la competencia será entre priistas, entre morenistas o entre empresarios. Porque la izquierda local y la militancia poco tienen que decir en la construcción de la candidatura al gobierno del estado 2027.