En pocos días se cumplen nueve años de la injusta detención de Keren Selsy Ordóñez, que la ha mantenido lejos de su familia y de su pequeña hija, recluida en el estado de Tlaxcala.
El proceso penal contra Keren se encuentra a cargo del juez José Eduardo Morales Sánchez, titular del juzgado del Sistema Tradicional Penal y Especializado en Administración de Justicia para Adolescentes, en Apizaco. Desde hace más de un mes se celebró la audiencia de derecho en el proceso contra Keren, sin que hasta ahora se haya dictado sentencia.
El pasado miércoles 23 de octubre se realizó una manifestación pacífica en las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Tlaxcala, a la que acudieron diversas organizaciones y colectivos de derechos humanos para exigir la libertad de Keren. En dicho acto, integrantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, quienes llevan la defensa particular de Keren desde 2021, informaron que en la audiencia de derecho ella estuvo presente, y solicitó tener en consideración toda la evidencia para acreditar las graves violaciones a los derechos humanos que sufrió, mediante las cuales se fabricaron las pocas pruebas usadas en su contra. También estuvo presente su familia, la cual viaja desde Xalapa, Veracruz, para no perder oportunidad para exigir al juez que revise el caso con detenimiento.
También, las defensoras de derechos humanos informaron que estuvo presente el Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tlaxcala, quien solicitó condenar a Keren con la pena máxima para el delito de secuestro, es decir, prisión de 50 a 90 años. Destacan que, durante el desarrollo del proceso, la Fiscalía solicitó asignar a Keren el “grado máximo de temibilidad”, a pesar de no contar con ningún tipo de antecedente penal, de tratarse de una mujer joven, madre, sin estudios; a pesar de no existir pruebas que la vinculen directa o indirectamente con la participación en el secuestro.
En un estado como Tlaxcala, donde lamentablemente persiste el grave problema de trata de mujeres y niñas para la explotación sexual, la Fiscalía utiliza sus recursos para mantener privada de la libertad a una mujer inocente, que fue relacionada mediante las peores y más deleznables prácticas que persisten en nuestro sistema de justicia, como es la tortura, malos tratos y la fabricación de pruebas.
Finalmente, las representantes de Keren informaron también que en dicha audiencia estuvo presente el asesor público que fue asignado para representar a la víctima del secuestro quien, a pesar de estar debidamente citada, no acudió a la audiencia. Hay que destacar que la víctima nunca ratificó su denuncia contra Keren, nunca la ha señalado ni participado en alguna diligencia de reconocimiento.
Nos han compartido que toda la evidencia contenida en el expediente señala la participación de, al menos, siete personas del género masculino. Sin embargo, a quien pretenden atribuir la comisión de este grave delito es a una mujer inocente.
Los defensores de Keren sostienen que no fue una casualidad que una mujer de 19 años de edad, en etapa de puerperio y lactancia, con una bebé recién nacida en brazos, se encontrara al exterior de la casa de seguridad en donde se cometió el delito y a las afueras de la cual fue detenida. Ella se encontraba ahí porque fue citada por el papá de su hija para entregarle dinero para comprar pañales. Por ello, pedimos al juez juzgar con perspectiva de género el caso y no prejuzgar a Keren como coparticipe de este delito. Además, que se considere que en esta injusta detención también fueron afectados los derechos de su hija, una niña que en ese momento tenía menos de un mes de nacida y quien también fue retenida por los agentes de seguridad.
Este es un caso de violencia de género que ocurre en un contexto de discriminación sistemática contra la mujer en México y particularmente en Tlaxcala, representativo del uso discriminatorio del sistema penal contra las mujeres. Cuando este no se aplica con perspectiva de género, ignora las circunstancias de vulnerabilidad y violencia en las que se encuentran antes y durante la detención y el proceso.
Por eso hoy exigimos justicia para Keren, para que pueda recuperar su libertad y poner fin a este injusto proceso penal.