Jefazo de campaña es el que presumen Morena y aliados, debido a que el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez ya asumió el control de lo que serán las candidaturas comunes que impulsarán de cara a la elección de diputados del próximo 2 de junio. La meta: Reducir a su mínima expresión a toda la oposición.
Con esa encomienda, el ex coordinador general de campaña de la gobernadora, el morelense Luis Antonio Ramírez ya convirtió a la Secretaría de Gobierno en el cuarto de guerra electoral de Morena y de los partidos afines.
En la oficina del encargado de la política interna han salido los citatorios, llamados, negociaciones y hasta las estrategias para impulsar todos los acuerdos encaminados a la participación de Morena, PT, PVEM, Panal, Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas (RSP), en los comicios del próximo 2 de junio.
El secretario de Gobierno es quien ha hecho y trabaja en el documento que sustentará el acuerdo de candidaturas comunes al Congreso del estado.
La orden que ha dado es que deberán ir juntos en 14 de los 15 distritos electorales y ya hasta decidió la repartición del pastel.
De no haber cambios, a los partidos pequeños, como PVEM, Panal, Fuerza por México y RSP, solo les tocaría encabezar con candidato propio un distrito local, mientras que a Morena le corresponderá poner al abanderado en siete distritos y al PT en tres. En un distrito, cada uno de los aliados jugaría con sus propias canicas.
La idea, aunque no ha gustado a todos y crece la desaprobación en Morena porque tiene más de 100 aspirantes registrados solo en la búsqueda de las 15 diputaciones uninominales locales, es “avasallar a la oposición” y mantener un mayor control del Congreso local, pues se trata del fin del gobierno estatal.
El acuerdo es avalado sin cortapisa por la chiquillada. Les garantizaría vivir tres años más al cobijo del poder y del financiamiento público, ya que el convenio determinaría el porcentaje de votos suficientes de cada uno de ellos para efectos de la conservación del registro, el otorgamiento de prerrogativas, así como de representación proporcional en la próxima Legislatura.
La única oposición que existe a éste es de Morena, pero el jefazo no quiere mover ni una coma, sobre todo porque ya tiene el visto bueno de la primera morenista de Tlaxcala.