A un año del pasado proceso electoral, la pestilente impunidad sigue cubriendo con su manto protector a centenas de actores y actos ilegales cometidos con el único afán de arribar al poder público. Hasta ahora, no hay y ni habrá sancionados por esas conductas antidemocráticas y violentas.
Aunque no están lejanas de la mente, ni del tiempo, las escenas de quema de boletas y paquetería electoral, sustracción de boletas, lesiones y agresiones a funcionarios de casillas, así como la presunta compra de votos y uso de recursos públicos durante las campañas y el día de la jornada electoral, parece que a las autoridades ya se les olvidó y como siempre, no habrá sancionados.
Por increíble que parezca, de acuerdo con el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Tlaxcala no existe ninguna denuncia ni carpeta abierta por denuncias de delitos electorales de ese proceso comicial.
Con ello, por ejemplo, nada se sabe de las investigaciones sobre la denuncia, asentada en el expediente A.I.C.I. ZAC-1467/2021, por las lesiones perpetradas en contra de los consejeros municipales de Teolocholco, por parte de la ciudadanía.
Mismo fin ha tenido la denuncia asentada en el expediente C.I.A.I. UIEPADE/35/2021, presentada por el ITE por la alteración de la bodega electoral en el consejo municipal de Panotla y por la quema de algunos paquetes electorales. La historia de impunidad se repite en el caso de la quema de paquetes en el municipio de Españita, que quedó registrada en la carpeta C.I.A.I. UIEPADE/36/2021.
En idéntica condición está el delito de quema de boletas electorales de la comunidad de Santa Cruz Tetela, perteneciente al municipio de Chiautempan. La denuncia por esos hechos fue registrada en la carpeta C.I.A.I. UIEPADE/37/2021. Y había otra querella por sustracción de paquetes electorales de las bodegas del consejo municipal electoral de Xicohtzinco, así como la quema de los mismos, de las cuales no hay ningún responsable y, al parecer, ni denuncia penal vigente.
En todos los casos, la impunidad ha sido la constante, así como la incapacidad de las autoridades del ITE, por ejemplo, por dar seguimiento a las querellas.
A dos años de los próximos comicios, dejar sin castigo estos hechos, será un nefasto precedente que abriría la puerta para que en próximos comicios cualquier diferencia se dirima con violencia o bien que la ilegalidad sea la que se imponga a la voluntad ciudadana.