Con razón de la segunda reunión de exalumnos de la Escuela Regional Federal de Educación Física del Sureste de Villahermosa, Tabasco, que este año eligió como sede el estado de Tlaxcala para recorrer y conocer la riqueza tradicional, gastronómica y arquitectónica, el grupo cultural Yoltlaolli “Corazón de Maíz” presentó danzas regionales típicas del estado y cantos en náhuatl en el Teatro Xicohténcatl.
El grupo cultural, formado por 32 personas, busca promover la cultura tlaxcalteca y la lengua náhuatl a las generaciones más jóvenes a través de la conservación de la riqueza artística de las danzas y los cantos de las comunidades tlaxcaltecas que aún conservan sus tradiciones.
“Sabemos que en Tlaxcala tenemos dos lenguas madre: el otomí y el náhuatl. Nosotros estamos en la lucha por rescatar el náhuatl”.
Bajo la coordinación de Leticia Gutiérrez Texis, Carmela Cuapio Zamora y María Dolores Zamora Ventura, el grupo Yoltlaolli representó la historia que se vive en los municipios de San Luis Teolocholco, La Magdalena Tlaltelulco y San Francisco Tetlanohcan, y su resistencia para mantener la herencia prehispánica mientras lucían trajes típicos del estado y danzaban con la tradicional música de fiesta.
Desde bailes para representar los rituales de matrimonio, cantos sobre la importancia del maíz en la cultura del estado y demostraciones de huehues de carnaval, el grupo resaltó la necesidad de difundir las tradiciones que se viven en los pueblos de Tlaxcala e invitar a más personas a formar parte de ellas para así evitar que se pierdan.
“Buscamos que los jóvenes volteen a ver nuestra riqueza en tradiciones, costumbres y artesanías”, expresó María Dolores Zamora Ventura, coordinadora del grupo.
Detalló además que no solo quieren resaltar la belleza artística y musical de Tlaxcala, sino también la tradición del uso de plantas medicinales, desde sus nombres hasta sus aplicaciones; una labor tradicional que se ha perdido y que ha derivado en la desaparición de estas recetas.
Resaltó que incluir a las poblaciones más jóvenes era una labor difícil, pues los nuevos estilos de vida y la falta de difusión por el aprecio a las culturas nativas del país los hacía indiferentes a las fiestas, costumbres y lenguas.
Ante lo cual contó que recientemente habían tenido la oportunidad de demostrar que el interés de los mexicanos que salen del país era compartir la cultura que se vive en México y trabajar para enriquecerla.