Con acusaciones de presunto mal manejo de recursos, irregularidades y despidos injustificados, feligreses del municipio de Atlangatepec se trasladaron a la capital tlaxcalteca para exigir, a través de una manifestación pacífica, la salida del párroco de ese lugar, Jaime Martínez.
La tarde de este lunes, cerca de 40 pobladores de ese municipio se plantaron en las oficinas de la Diócesis de Tlaxcala para solicitar la intervención de las autoridades eclesiásticas, para brindar una solución a las problemáticas de la parroquia de San Juan Bautista de Atlangatepec.
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En este sentido, las y los quejosos acusaron que el sacerdote solicitaba cobros excesivos para oficiar las ceremonias propias de su tradición, además de rehusarse a rendir cuentas sobre los recursos de este templo y por llevar a cabo el supuesto despido injustificado de los fiscales.
También, señalaron que el párroco no se apegaba a las tradiciones religiosas de la comunidad, pero sobre todo por la falta de transparencia en el manejo de ingresos, pues desconocen en qué se han invertido.
Añadieron que ante estas problemáticas y la exigencia de los feligreses de su salida de esta parroquia, presuntamente Jaime Martínez habría intentado huir la madrugada del pasado viernes 10 de noviembre, para evitar cualquier represalia. Sin embargo, fue detenido por los pobladores junto con otros tres hombres. Esto ocasionó la retención de un automóvil y una camioneta en la que se encuentran las pertenencias del párroco, mencionaron.
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Aunque el sacerdote dejó el cargo tras estos eventos, los pobladores remarcaron su inconformidad pues no se realizó el proceso de entrega-recepción correspondiente, por lo que consideraron que “no ha dejado la parroquia de manera oficial”.
Por ello, demandaron la intervención de los miembros de la Diócesis para el nombramiento de un nuevo sacerdote que se encargue de los servicios religiosos del municipio.
Luego de la entrada de una comisión de feligreses para hablar con las autoridades eclesiásticas, reunión que duró casi un par de horas, a su salida comentaron que la parroquia se mantendrá cerrada, no obstante, los servicios que ofrece se mantendrán. A través de la atención de diferentes sacerdotes hasta en tanto se lleva a cabo el nombramiento de un nuevo párroco.
Además, comunicaron que coordinarán acciones con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para verificar el inventario de la parroquia, a fin de confirmar si Jaime Martínez incurrió o no en saqueo de arte sacro.