Una vez pasada la algarabía de las campañas políticas y las celebraciones por los triunfos electorales, llegó el momento para demostrar con hechos que las mujeres y hombres que arriban tanto al Senado de la República, como a la Cámara de Diputados, el Congreso del estado y las presidencias municipales, pueden incidir positivamente en la generación de mejores condiciones de vida para quienes representan y gobiernan.
En el escenario ideal se esperaría que legislen y ejerzan el poder democráticamente, y que cada decisión responda al mandato del artículo 1° constitucional, privilegiando el diálogo sin temor al disenso, con argumentos justos, equitativos e incluyentes, que resuelvan eficientemente las problemáticas y desafíos sociales, en especial los relativos a la seguridad pública, a la violencia contra las mujeres y a la erradicación de las desigualdades sociales y de género.
El voto ciudadano se volcó hacia un partido y sus aliados, y hoy tenemos en los poderes legislativos, a nivel local y federal, mayorías que pueden tomar decisiones; pero también tenemos esta mayoría a nivel territorial en los estados y municipios ganados; confiamos en que, por el bien de la nación, actuarán desde una convicción republicana de tolerancia y pluralidad. Sí, eso sería ideal.
En materia de igualdad y erradicación de violencia contra las mujeres hay muchos desafíos que atender que no admiten más irresponsabilidad, ocurrencia, omisión ni negligencia. Tlaxcala es la sexta entidad del país con tasas más altas de feminicidios, según datos del Sesnsp, señal que las acciones de la Alerta de Violencia de Género no han brindado buenos resultados.
Es buen momento para que quienes legislaran por y en Tlaxcala, así como quienes harán gobierno en los municipios, se profesionalicen en perspectiva de género, pues es su obligación, y lean y cumplan con las leyes de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y de Igualdad entre Mujeres y Hombres, para que realmente se logre que las mujeres y niñas vivamos nuestros derechos. Se requieren presupuestos públicos suficientes y bien ejercidos, se requiere trabajo con hombres violentadores. ¿Realmente estarán a la altura o resultarán mediocres?