Espejitos y mucha intriga, cargada de amargura, son las monedas con las que se ha vendido la diputada Marcela González con la gobernadora, a pesar a su exigua capacidad.
La evasiva lideresa de Morena, quien por cierto le tiene tirria a los “nacos” reporteros, se ha erigido en la princesa del Poder Legislativo y usa el nombre de la mandataria como picaporte para que, a su conjuro, todo se concrete.
Sus logros han sido más que fáciles; a casi todos sus homólogos los ha timados con el petate del muerto; les ordena, manipula, controla, humilla, mancilla y llama, con el argumento de solo cumplir órdenes superiores. No es lo mismo sostener la bolsa de la suegra, que cargar con la responsabilidad del Poder Legislativo.
El cargo le ha quedado grande, de ahí que el devenir de esta Legislatura, en los últimos siete meses, ha sido muy insignificante, cayendo hasta en horrores legislativos con visos de inconstitucionalidad.
Ahí están diversos contenidos de la recién creada Ley Orgánica del Tribunal de Justicia Administrativa o la propia propuesta de Marcela Castillo de crear la Ley para la Prestación de Servicios de Agua Potable y Saneamiento, que ha sido considerada como un golpe legislativo para privatizar el servicio público del agua en Tlaxcala.
Las discusiones en tribuna son el claro ejemplo de su incompetencia; lo mejor que ha hecho la nuera de Alfonso Sánchez Anaya es esconderse como el avestruz.
Hasta ahora, su principal logro ha sido el “Acuerdo por el que se realizan mejoras al servicio de alimentos en el comedor del Congreso del estado de la LXIV Legislatura”, a través del cual, atenderán el exigente y gourmet paladar de legisladoras como Alejandra Ramírez y compañía, evitando tanta comida “mexicana y tlaxcalteca” y, de paso, con becar con vales de comida a personal de los 25 diputados. Ese es su nivel como parlamentaria. No es lo mismo cargar bolsas que sostener la actividad legislativa. Lo dicho, se vende con espejitos y mucha intriga.
Mientras tanto, Sergio González ya se subió al caballo de hacienda. Cientos de morenistas acudieron a su destape en búsqueda del Senado. El feudo panista de Apizaco fue escogido para magno acto, el cual fue atestiguado por Alejandro Peña Villa, secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional de Morena. La gobernadora tendrá que buscar nuevo secretario de Gobierno.