En México y en Tlaxcala “es urgente” atender el tema de la negociación colectiva con perspectiva de género, a efecto de fomentar de manera activa la participación de las mujeres en las mesas de negociación para que defiendan sus derechos como la igualdad sustantiva, se cierre la brecha salarial y se diseñen protocolos contra la violencia y el acoso en los centros de trabajo.
Lo anterior lo expuso la conciliadora colectiva Amalinali Liliana Islas Santiago, del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) en la Ciudad de México, al dictar la ponencia magistral “Negociación colectiva con perspectiva de género” este martes en la Pinacoteca del Estado, como parte de las actividades del Mes del Trabajo Digno que realiza la Secretaría de Trabajo y Competitividad (STyC) durante mayo.
Te recomendamos: Impulsa diputada Gabriela Hernández derechos para personas con enfermedades autoinmunes
Expuso que la negociación colectiva es un derecho constitucional y además se considera en el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de manera que se entiende como el medio a través del cual los sindicatos establecen y negocian las condiciones laborales con las empresas.
En tanto, la perspectiva de género debe entenderse como una herramienta para ayudar a visibilizar las condiciones que no están pactadas en los contratos colectivos y, sobre todo, identificar las cláusulas que continúan perpetuando roles y estereotipos de género.
“Si queremos que la negociación colectiva sea efectivamente transformadora, necesitamos trabajar en dos líneas de acción: 1. Fomentar activamente la participación de las mujeres en las mesas de negociación y 2. Que las mujeres no sólo participen en las mesas de negociación, sino que sean parte de los sindicatos como quedó establecido en la Reforma Laboral de 2019 para que las organizaciones sindicales también se encuentren representadas por el sexo femenino”.
Indicó que una mayor presencia de mujeres en las organizaciones sindicales ya no es un favor o una cuestión a condición, sino que es obligación de los sindicatos incluirlas en la negociación para identificar cuáles cláusulas continúan perpetuando los roles de género o cuestiones de discriminación y sesgos.
También, ayuda a tener comisiones laborales con igualdad sustantiva, esta última “es una deuda histórica y que hay que saldar desde cada espacio en que nos encontramos”.
Entre los temas a mejorar en las cláusulas de los contratos están la igualdad en las licencias de maternidad, evitar la reubicación de puesto de las mujeres por estar embarazadas y lo que está más ausente es que casi ningún contrato habla sobre la prevención y la sanción a los casos de acoso y violencia laboral contra las mujeres,
Liliana Islas refirió que sólo uno de cada cinco cargos directivos es ocupado por una mujer, en los contratos colectivos menos del 10 por ciento incluye cláusulas de igualdad y persiste una brecha económica significativa.
“En Tlaxcala, con estudios de 2023, el 71 por ciento de mujeres trabajadoras gana menos de 6 mil 224 pesos mensuales, el equivalente al salario mínimo; y la brecha salarial promedio es de 13.8 por ciento. Y qué pasa, no es que las mujeres no participen en las negociaciones colectivas, sin embargo, hay un temor fundado a que si alzan la voz pueden ser despedidas, porque siguen perpetuándose los estereotipos y siguen los roles de género tan arraigados”.
Apuntó que sólo el 3 por ciento de contratos contempla protocolos contra la violencia laboral.
Leer más: Llama el PT al electorado a participar en la elección histórica de jueces, magistrados y ministros
Empero, dijo que si bien el avance del marco legal es bueno, la aplicación práctica sigue fallando, pues existe discriminación institucional, prácticas y políticas excluyentes que impiden que mujeres puedan acceder a puestos directivos, así como segregación ocupacional
También, observó la necesidad de establecer en los contratos colectivos protocolos contra el acoso y la violencia laboral para avanzar en la negociación colectiva con perspectiva de género.
Puntualizó que las voces de las mujeres trabajadoras deben estar en las mesas de negociación, porque son las que conocen los temas que les aquejan… “cuando las mujeres participan, los temas cambian”.